La Comisión Nacional de Defensa de Ropa y Prendería a medio uso Bolivia (CONADERPU) y sus comités departamentales instalaron ayer, en Sucre, su séptimo congreso, exigieron respecto a su actividad y diálogo con el Gobierno nacional. No descartaron asumir medidas de presión.
“Lo más importante del séptimo congreso es entablar mesas de trabajo para llegar a una solución y pedir diálogo con el Gobierno, porque hasta ahora no fuimos atendidos. Lo que queremos es que nos den solución a nuestra problemática social”, dijo el ejecutivo Departamental de Chuquisaca, Afner Vargas.
El dirigente del sector reclamó que se los vea como comerciantes informales y hasta les traten como a delincuentes. “Tenemos que transitar nuestra mercadería a ocultas y cuando nos pillan nos quitan”, denunció.
Defendió la vigencia de este negocio porque es la única fuente de ingresos para el sustento de sus familias “y no es justo que el Gobierno nos quiera hacer desaparecer como si nada. Tiene que haber una solución y es lo que nosotros estamos planteando”, insistió.
Asimismo, pidió desmentir ante la opinión pública las constantes declaraciones en contra de su sector, al que apuntan de ser culpable de la quiebra y cierre de empresas.
“En eso nosotros no tenemos nada que ver, eso debe ser por falta de una buena administración y por las trabas que pone el Gobierno hacia el sector privado”, afirmó.
El presidente de la CONADERPU, Martirian Villca, por su parte, transmitió la preocupación del sector porque desde la vigencia del decreto supremo 28761 de prohibición a la importación de ropa usada, que además plantea la reconversión productiva para todos los ropavejeros, no se haya podido avanzar hacia una solución definitiva. “No hemos tenido avances, hay varias solicitudes de diálogo que hicimos a la Ministra de Desarrollo Productivo, pero no nos abrió la puerta. De esa manera hemos decidido realizar este congreso nacional para tomar decisiones”, agregó.
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