Frente a esta situación que pone en riesgo la sobrevivencia de la manufactura boliviana, los fabriles de cinco departamentos del país exigieron al Gobierno con urgencia aprobar restricciones arancelarias para la importación de ropa china y cumpla disposiciones que castigan incluso con la cárcel la comercialización de ropa usada en el mercado boliviano.
“Países como Chile, Argentina o Brasil protegen la industria que tienen, pero en Bolivia el Gobierno no hace nada para impedir que la industria extranjera acapare mercados y cierre industrias”, reclamó el secretario ejecutivo del sector, Víctor Quispe.
La protesta sindical y alerta nacional fue también expuesta, puntualmente, al ministro de Trabajo, Gonzalo Trigoso, quien visitó el ampliado nacional de los fabriles para hablar sobre temas que son de interés sectorial.
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