"Los controles han aumentado en Huachacaya, Sabaya y Pisiga que es por donde entra la ropa. Nos sentimos atropellados y queremos reunirnos con la ministra", dijo la representante de comercializadores de prendería usada, Liz Apaza.
Amenazó con "medidas necesarias" y dijo que no dejarán de ingresar estas prendas en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario