miércoles, 22 de abril de 2015

Cuatro problemas afectan sector textil

Especialistas consultados identificaron por lo menos cuatro problemas que afectan el desarrollo de la industria textil manufacturera en Bolivia.

En el país el sector industrial manufacturero tiene registradas 13.702 unidades en Fudempresa. De estas, en los últimos años varias han cerrado, sobre todo en el sector textil, por factores como el contrabando, competencia desleal, incremento en los costos laborales, de producción, de transporte, de materia prima, devaluación de la moneda en la región y los precios abaratados del mercado asiático.

POLÉMICO DECRETO

Ante esta situación, el presidente Evo Morales emitió el 2014 el Decreto Supremo 1754, en el cual establece que las empresas privadas en quiebra pueden pasar a manos de sus trabajadores con el fin de salvaguardar las fuentes laborales.

Todos estos factores, además de la falta de la aplicación de políticas públicas de fomento, han ocasionado el cierre de varias empresas privadas y el traspaso de muchas de ellas a manos del Estado o a la administración de los trabajadores.

Enatex, que fue comprada por el gobierno el 2011, medida que muchos analistas criticaron ya que con esto se transfirieron al Estado la totalidad del pasivo y los problemas estructurales, como los costos de producción y la falta de mercados.

SALVATAJE

Una vez convertida en empresa estatal, los problemas de sostenibilidad no cesaron. Hoy la empresa está sumida en una profunda crisis y ha requerido de un amplio plan de salvataje, anunciado en marzo y aprobado por el Ministerio de Desarrollo Productivo, para reflotarlo, situación que incluye la adopción de un crédito de algo más de 20 millones de dólares. Enatex tiene 16 años para pagar ese crédito, con una tasa de interés del 1% anual.

El economista Alberto Boandona señaló que “la nacionalización de Enatex fue negativa puesto que no resolvió el problema, es simplemente una empresa quebrada que pasó de ser privada a estatal”.

MANACO

En el caso de Manaco, una de las empresas de calzados más grandes y antiguas del país, de igual manera atraviesa por una crisis financiera desde hace años. En 2013, la empresa cerró la curtiembre húmeda por una orden medioambiental y por falta de liquidez. Tras lo cual se vio obligada a despedir a cientos de trabajadores, y tras un fallo del Ministerio de Trabajo ese mismo año pasó a reubicar a sus trabajadores en otras secciones.

La tradicional textilera Punto Blanco con más de 25 años de funcionamiento, está bajo control de los trabajadores desde 2014, ante una situación similar de quiebra.

OTRAS FÁBRICAS

El caso de la empresa Intrabol dedicada a la producción de prendas de lana cerró igualmente por quiebra y la administración pasó a sus trabajadores. El economista Alberto Bonadona en contacto con ANF señaló que la solución no pasaba porque el Estado se haga cargo de estas empresas en quiebra porque “lo que va a ocurrir es que las dificultades financieras van a pasar de estar en manos privadas a manos del Estado”.

EFICIENCIA

Agregó que ninguna de estas empresas logra utilidades ni para privados ni estatales. El analista dijo que el centro del problema es que las manufacturas en Bolivia no tienen eficiencia y no pueden competir con la producción de países de la región o de Asia. Y que la situación se agrava debido a la devaluación de la moneda de países vecinos, situación que afecta la competitividad de la industria nacional.

El economista y expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Armando Méndez, indicó que para salvar estas empresas es crucial encontrar mercados para la venta de la producción y que estos deben estar en Brasil, la mayor economía de la región.

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