Los confeccionistas del país observaron que el costo de la tela y de los accesorios para la fabricación de ropa deportiva podría impedir el acceso al mercado brasileño para estas prendas ante la proximidad del Mundial de Fútbol 2014. Virginia Ajuacho, dirigente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Conamype), advirtió que para lograr un adecuado aprovechamiento de ese mercado con exportaciones legales desde Bolivia, los productores bolivianos deberán previamente acreditar el certificado de origen de los insumos, los mismos que pueden ser de industria brasileña o nacional, pero en ningún caso de procedencia china. En este último caso, Ajuacho sostuvo que la tela plana si bien se fabrica en Bolivia, el costo es mayor en un 50 por ciento al producto brasileño.
OPTIMISMO
Por su lado, el presidente de la Conamype, Víctor Ramírez señaló, por separado, que con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Productivo un grupo de más de 40 microempresarios viajarán a San Pablo, Brasil, para participar en la rueda de negocios que se realizará entre el 26 y 28 de marzo para ofertar manufacturas de textiles ante el Mundial de Fútbol. Conamype prevé la exportación de ropa deportiva y poleras al Brasil por un valor de $us 10 millones con motivo del Mundial, mencionó Ramírez el mes anterior. Este anunció fue desestimado ayer por Ajuacho, quien atribuyó a que la rueda de negocios es extemporánea y que no se podrá preparar la oferta con la debida anticipación. Ramírez no pudo comprobar una anterior declaración que hizo a una agencia oficial de informaciones en la cual sostuvo que en la última feria de los microempresarios en La Paz había logrado ventas de $us 6 millones.
MERCADO DE VENEZUELA
La crisis económica por la que atraviesa Venezuela causó que entre julio de 2013 y enero de este año, las exportaciones de textiles bolivianos a ese país cayeran en 50%, informó el presidente de la Confederación de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez. Sin embargo de acuerdo al experto Robert Maldonado, virtualmente el mercado del país caribeño se cerró desde julio del año pasado y que al presente no existen posibilidades de recuperarlo debido a la demora en los pagos. Gualberto Quispe, dirigente de otra fracción de Conamype, señaló a EL DIARIO que el cierre se debe al incumplimiento de los pagos de los importadores venezolanos. Quispe dijo que existen varias deudas pendientes de pago por 60 mil dólares o más que hasta el presente no han sido honradas por las contrapartes de esa nación. Hacia fines del 2013 estas deudas habían acumulado diversas obligaciones no cubiertas por los importadores venezolanos por alrededor de 100 mil dólares o más, dijo Quispe. Por otro lado, Ajuacho también admitió los problemas de ese mercado desde el fallecimiento del presidente, Hugo Chávez, ocurrido en marzo del año pasado.
CIFRAS
Ramírez explicó que el año anterior y parte de esta gestión las exportaciones fueron de $us 26 millones, mientras que en similar período en 2012 alcanzó $us 56 millones, es decir que la caída representó $us 26 millones.
“Las exportaciones han caído en 50% por la crisis que atraviesa Venezuela que lamentablemente no se está solucionando. El sector manufacturero es el que ha sufrido y no así los alimentos que se está exportando como la leche, soya, arroz y azúcar, ha sido un mal año para nosotros”, manifestó.
El dirigente manifestó que hasta el momento Conamype no registró el cierre de microempresas a consecuencia de este hecho y se espera que la situación económica venezolana mejore para que las exportaciones continúen.
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miércoles, 26 de febrero de 2014
martes, 25 de febrero de 2014
Confección, exportadores sobreviven en mercados de frontera
El 15 de diciembre de 2008, Marcos Nakada, propietario de Mitsuba, recibió una noticia que lo llevó a replantear el mercado y el propósito de su compañía: EEUU suspendía el beneficio arancelario (Atpdea) para Bolivia por ‘la falta de cooperación de este país andino con Norteamérica en la lucha antidrogas’.
Mientras decenas de microempresas se hundían por las secuelas de esa decisión comercial que redujo en más de $us 7 millones las exportaciones, Mitsuba, que destinaba un 70% de su producción mensual (unas 15.000 prendas) a Florida y Puerto Rico, enfocó sus ventas en el mercado local y logró establecer siete tiendas propias, cuatro franquicias en Cochabamba y Santa Cruz y una red de más de 700 promotoras en todo el país.
Al igual que Mitsuba, empresas como Brantex, Bentex, Patra, entre otras, volcaron sus ventas a mercados fronterizos como Chile, Argentina, Paraguay, Perú y, por acuerdos del Gobierno, a Venezuela y Brasil.
Según el IBCE, en 2013, Bolivia exportó textiles por un valor de $us 30,1 millones. Los mercados mencionados significan más del 70% de estas ventas externas y La Paz se constituye en el principal departamento exportador con un 69%.
Sin embargo, Edgar Laura, presidente de la Asociación de Textileros de Santa Cruz, aseveró que más del 50% de los volúmenes de exportación se hacen por la vía informal, pero no ilegal. Laura dijo que para recibir ingresos de la exportación formal deben esperar entre 30 y 90 días, mientras que con la venta en ciudades fronterizas, reciben el dinero en el mismo día.
Borquez, por ejemplo, una empresa especializada en uniformes para personal de salud de hoteles y restaurantes, tramitó durante ocho meses la exportación de su línea clásica a Argentina y por las demoras aduaneras tuvo que cancelarlas. Actualmente, producen entre 3.000 y 4.000 prendas al mes que en más de un 50% se destina a las provincias y, hasta fin de año, planifican ingresar a Chile con su línea moderna y clásica. Así lo confirmó Francisco Bórquez, gerente propietario de esta empresa cruceña, que genera más de 40 empleos, directos e indirectos.
El empresario cuestionó la tardanza de pago del mercado venezolano que, si bien demanda prendas, las empresas textileras de Bolivia deben esperar entre tres y cuatro meses para recibir un pago de un envío pasado.
Miguel Adán, gerente general de Bentex, una empresa textil ubicada en El Alto y que exportó volúmenes importantes a EEUU, indicó que el ingreso a nuevos mercados se ve afectado por el alto costo que deben pagar para importar la materia prima que, en muchos casos, alcanza un 15% del valor de compra.
Sonia Soto, gerente de la Cámara de Industria y Comercio de El Alto, coincidió con Adán y añadió que, a raíz de esto, muchos empresarios deciden volverse informales utilizando etiquetas de marcas reconocidas.
En Brantex, una empresa que confecciona uniformes corporativos y de colegios, reinventaron sus mercados tras el cierre del Atpdea. Según Pastor Paz, gerente general de la firma, cada dos meses enviaban hasta 30.000 prendas a Puerto Rico y ocasionalmente a Paraguay y, tras el cierre, cambiaron su línea de textiles y miraron el eje troncal y las ciudades fronterizas. “La ropa china nos ha quitado más de un 80% de nuestro mercado”, recalcó.
Amelia Solorzano, gerente de Patra, indicó que para este año presentarán su línea premium para personas de mayor poder adquisitivo con las cual buscarán ingresar a mercados de frontera.
Maclovio Choque, presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa de Santa Cruz, precisó que tras el cierre del Atpdea tuvieron la oportunidad de exportar textiles a Brasil por $us 21,5 millones, pero solamente alcanzaron al 10% de la cifra debido a los trámites administrativos que debían realizar los importadores brasileños. Explicó que durante los siete años del Atpdea tenían un promedio de 3.000 confeccionistas en Santa Cruz y desde 2008 se incrementó a 6.000.
“No exportamos de manera directa, sino a pedido, principalmente a residentes bolivianos en España y EEUU”, expresó el gerente general de GAV Sport, Jaime Díaz, que añadió que el envío de prendas al exterior se dificulta debido a razones jurídicas, políticas y sociales. Desde las federaciones de textiles pidieron que la Empresa Nacional de Textiles (Enatex) se convierta en una punta de lanza para la apertura de mercados y que no compita en el mercado local
Mientras decenas de microempresas se hundían por las secuelas de esa decisión comercial que redujo en más de $us 7 millones las exportaciones, Mitsuba, que destinaba un 70% de su producción mensual (unas 15.000 prendas) a Florida y Puerto Rico, enfocó sus ventas en el mercado local y logró establecer siete tiendas propias, cuatro franquicias en Cochabamba y Santa Cruz y una red de más de 700 promotoras en todo el país.
Al igual que Mitsuba, empresas como Brantex, Bentex, Patra, entre otras, volcaron sus ventas a mercados fronterizos como Chile, Argentina, Paraguay, Perú y, por acuerdos del Gobierno, a Venezuela y Brasil.
Según el IBCE, en 2013, Bolivia exportó textiles por un valor de $us 30,1 millones. Los mercados mencionados significan más del 70% de estas ventas externas y La Paz se constituye en el principal departamento exportador con un 69%.
Sin embargo, Edgar Laura, presidente de la Asociación de Textileros de Santa Cruz, aseveró que más del 50% de los volúmenes de exportación se hacen por la vía informal, pero no ilegal. Laura dijo que para recibir ingresos de la exportación formal deben esperar entre 30 y 90 días, mientras que con la venta en ciudades fronterizas, reciben el dinero en el mismo día.
Borquez, por ejemplo, una empresa especializada en uniformes para personal de salud de hoteles y restaurantes, tramitó durante ocho meses la exportación de su línea clásica a Argentina y por las demoras aduaneras tuvo que cancelarlas. Actualmente, producen entre 3.000 y 4.000 prendas al mes que en más de un 50% se destina a las provincias y, hasta fin de año, planifican ingresar a Chile con su línea moderna y clásica. Así lo confirmó Francisco Bórquez, gerente propietario de esta empresa cruceña, que genera más de 40 empleos, directos e indirectos.
El empresario cuestionó la tardanza de pago del mercado venezolano que, si bien demanda prendas, las empresas textileras de Bolivia deben esperar entre tres y cuatro meses para recibir un pago de un envío pasado.
Miguel Adán, gerente general de Bentex, una empresa textil ubicada en El Alto y que exportó volúmenes importantes a EEUU, indicó que el ingreso a nuevos mercados se ve afectado por el alto costo que deben pagar para importar la materia prima que, en muchos casos, alcanza un 15% del valor de compra.
Sonia Soto, gerente de la Cámara de Industria y Comercio de El Alto, coincidió con Adán y añadió que, a raíz de esto, muchos empresarios deciden volverse informales utilizando etiquetas de marcas reconocidas.
En Brantex, una empresa que confecciona uniformes corporativos y de colegios, reinventaron sus mercados tras el cierre del Atpdea. Según Pastor Paz, gerente general de la firma, cada dos meses enviaban hasta 30.000 prendas a Puerto Rico y ocasionalmente a Paraguay y, tras el cierre, cambiaron su línea de textiles y miraron el eje troncal y las ciudades fronterizas. “La ropa china nos ha quitado más de un 80% de nuestro mercado”, recalcó.
Amelia Solorzano, gerente de Patra, indicó que para este año presentarán su línea premium para personas de mayor poder adquisitivo con las cual buscarán ingresar a mercados de frontera.
Maclovio Choque, presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa de Santa Cruz, precisó que tras el cierre del Atpdea tuvieron la oportunidad de exportar textiles a Brasil por $us 21,5 millones, pero solamente alcanzaron al 10% de la cifra debido a los trámites administrativos que debían realizar los importadores brasileños. Explicó que durante los siete años del Atpdea tenían un promedio de 3.000 confeccionistas en Santa Cruz y desde 2008 se incrementó a 6.000.
“No exportamos de manera directa, sino a pedido, principalmente a residentes bolivianos en España y EEUU”, expresó el gerente general de GAV Sport, Jaime Díaz, que añadió que el envío de prendas al exterior se dificulta debido a razones jurídicas, políticas y sociales. Desde las federaciones de textiles pidieron que la Empresa Nacional de Textiles (Enatex) se convierta en una punta de lanza para la apertura de mercados y que no compita en el mercado local
martes, 18 de febrero de 2014
Textileros producen más de 1 millón de prendas
La palabra crisis no existe en el léxico de Edgar Chalapa, pequeño emprendedor textilero, que desde hace tres años se dedica a la producción de blue jeans. El hombre cuenta con taller para producir mensualmente 10.000 prendas.
Chalapa forma parte de los cerca de 50.000 textileros que operan en el departamento de Santa Cruz, según datos de la Confederación de Micro y Pequeña Empresa de Bolivia (Conamype).
En promedio, cada uno de estos pequeños emprendedores producen entre 18 y 24 prendas diarias.
Entre todos sacan cerca de 1,2 millones de prendas al día.
Según la entidad, el 30 por ciento de la producción nacional se concentra en Santa Cruz.
La región, además, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), obtuvo 8 millones de dólares de ingreso por el despacho de 411 toneladas de confecciones textiles durante el 2013. Las exportaciones tuvieron 11 países de destino, entre los que destacan Venezuela, Paraguay y Estados Unidos.
La actividad es dinámica pese a los obstáculos. Germán Canaviri, vicepresidente Conamype, señaló que pese a que el sector es golpeado por la internación de ropa usada, y las prendas chinas.
El textilero señala que pese a este problema, Santa Cruz ha tenido un crecimiento promedio del 4 y 5 por ciento anual.
"Sabemos, que Santa Cruz, puede ser el mejor productor, porque aún no hemos consolidado la industria", señaló.
Por otro lado, Víctor Marcián Ramírez, presidente de Conamype, señaló que la producción textil cruceña alcanza el 30 por ciento. "En Santa Cruz, junto con Cochabamba y El Alto, son los que en este momento están liderando la producción de textiles", manifestó el dirigente.
Quieren llegar a Brasil. Una de las principales metas, del sector textilero es poder ingresar al mercado de Brasil con sus productos.
“El 25 de marzo tenemos previsto realizar con varios miembros del sector una misión comercial a Brasil. Ahí buscaremos opciones para poder vender nuestros productos", señaló Ramírez.
La Paz, sigue líder. El principal departamento exportador en el 2013 fue La Paz, que aportó con el 69% del total, seguido de Santa Cruz con el 27 por ciento. Los productos más exportados fueron: partes o complementos de vestir, que representaron el 7 por ciento del total de las compras externas, seguido por las camisetas de algodón (5) y corpiños (4).
Evaluación
A nivel general las exportaciones cayeron un 20% en 2013
Caída. Según datos del Instituto Nacional de Estadística ( INE), en el 2013, se registró la salida de 1.580 toneladas de confecciones textiles, por un valor de poco más de 30 millones de dólares. Sin embargo, el 2013 resultó ser un año catastrófico para el sector exportador de este grupo de productos, pues sus ventas externas cayeron 23% y 20% en términos de valor y volumen respectivamente, en relación a 2012.
En la gestión 2013, las compras externas de confecciones textiles alcanzaron los 48 millones de dólares, incrementándose un 4% en relación al 2012, y 91% en función al 2008.
Chalapa forma parte de los cerca de 50.000 textileros que operan en el departamento de Santa Cruz, según datos de la Confederación de Micro y Pequeña Empresa de Bolivia (Conamype).
En promedio, cada uno de estos pequeños emprendedores producen entre 18 y 24 prendas diarias.
Entre todos sacan cerca de 1,2 millones de prendas al día.
Según la entidad, el 30 por ciento de la producción nacional se concentra en Santa Cruz.
La región, además, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), obtuvo 8 millones de dólares de ingreso por el despacho de 411 toneladas de confecciones textiles durante el 2013. Las exportaciones tuvieron 11 países de destino, entre los que destacan Venezuela, Paraguay y Estados Unidos.
La actividad es dinámica pese a los obstáculos. Germán Canaviri, vicepresidente Conamype, señaló que pese a que el sector es golpeado por la internación de ropa usada, y las prendas chinas.
El textilero señala que pese a este problema, Santa Cruz ha tenido un crecimiento promedio del 4 y 5 por ciento anual.
"Sabemos, que Santa Cruz, puede ser el mejor productor, porque aún no hemos consolidado la industria", señaló.
Por otro lado, Víctor Marcián Ramírez, presidente de Conamype, señaló que la producción textil cruceña alcanza el 30 por ciento. "En Santa Cruz, junto con Cochabamba y El Alto, son los que en este momento están liderando la producción de textiles", manifestó el dirigente.
Quieren llegar a Brasil. Una de las principales metas, del sector textilero es poder ingresar al mercado de Brasil con sus productos.
“El 25 de marzo tenemos previsto realizar con varios miembros del sector una misión comercial a Brasil. Ahí buscaremos opciones para poder vender nuestros productos", señaló Ramírez.
La Paz, sigue líder. El principal departamento exportador en el 2013 fue La Paz, que aportó con el 69% del total, seguido de Santa Cruz con el 27 por ciento. Los productos más exportados fueron: partes o complementos de vestir, que representaron el 7 por ciento del total de las compras externas, seguido por las camisetas de algodón (5) y corpiños (4).
Evaluación
A nivel general las exportaciones cayeron un 20% en 2013
Caída. Según datos del Instituto Nacional de Estadística ( INE), en el 2013, se registró la salida de 1.580 toneladas de confecciones textiles, por un valor de poco más de 30 millones de dólares. Sin embargo, el 2013 resultó ser un año catastrófico para el sector exportador de este grupo de productos, pues sus ventas externas cayeron 23% y 20% en términos de valor y volumen respectivamente, en relación a 2012.
En la gestión 2013, las compras externas de confecciones textiles alcanzaron los 48 millones de dólares, incrementándose un 4% en relación al 2012, y 91% en función al 2008.
viernes, 14 de febrero de 2014
ENTRE EL PERIODO 2008 Y 2013 Importación de textiles sube 91%
En los últimos seis años, la importación de confecciones textiles creció en 91 por ciento, lo que equivale a $us 219 millones.
Mientras que, en el mismo periodo, las exportaciones sumaron 251 millones de dólares, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). China es el principal país de origen de las importaciones bolivianas y Venezuela, el primer país de destino.
El crecimiento registrado entre 2008 y 2013, dio como resultado que el saldo comercial para este grupo de productos pase de superavitario, en 2011, a deficitario en 2013 ya que el total de las compras externas bolivianas suma 17 millones de dólares más que el total de las ventas.
Los principales productos importados fueron partes o complementos de vestir, que representaron el 7 por ciento del total de las compras externas, seguidos por las camisetas de algodón con 5 por ciento y corpiños con 4 por ciento, señala el informe.
En 2013, Bolivia compró confecciones textiles de 115 países por un volumen aproximado a 25 mil toneladas y un valor de 47,5 millones de dólares.
Su principal proveedor fue China con 18 millones de dólares, seguido por Brasil con 11 millones y Perú con 6 millones de dólares.
En cuanto a las exportaciones, en 2013 la ventas de confecciones textiles generó ingresos por 30 millones de dólares, de los cuales 15 millones provinieron de Venezuela 3,4 millones de Chile y 2,5 millones de Argentina, convirtiéndolos en los principales países de destino para este sector.
La Paz sigue como el principal exportador con 69 por ciento de las ventas totales, seguido por Santa Cruz con 27 por ciento.
El gerente general de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia), Rodrigo Osinaga, señaló que la situación tiende a agravarse porque además del escaso control al contrabando y al ingreso de ropa usada, no se controla la calidad de la mercadería ingresada.
“Los productos chinos, aún con internación legal, son una competencia desleal por sus bajos precios”, dijo y demandó que el Gobierno imponga medidas arancelarias y no arancelarias, es decir que además de los impuestos, se controle la calidad de la mercadería.
En cuanto a la baja en las exportaciones, dijo que además de la informalidad, el principal problema de los productores es la falta de capacidad para asociarse para cumplir con volúmenes de exportación y la consiguiente dificultad para estandarizar la calidad.
EEUU era el principal mercado para las confecciones textiles, pero en 2008 la pérdida del Atpdea (preferencias arancelarias) cerró ese mercado que, en 2013, absorbió sólo 2 por ciento de las exportaciones textileras.
Mientras que, en el mismo periodo, las exportaciones sumaron 251 millones de dólares, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). China es el principal país de origen de las importaciones bolivianas y Venezuela, el primer país de destino.
El crecimiento registrado entre 2008 y 2013, dio como resultado que el saldo comercial para este grupo de productos pase de superavitario, en 2011, a deficitario en 2013 ya que el total de las compras externas bolivianas suma 17 millones de dólares más que el total de las ventas.
Los principales productos importados fueron partes o complementos de vestir, que representaron el 7 por ciento del total de las compras externas, seguidos por las camisetas de algodón con 5 por ciento y corpiños con 4 por ciento, señala el informe.
En 2013, Bolivia compró confecciones textiles de 115 países por un volumen aproximado a 25 mil toneladas y un valor de 47,5 millones de dólares.
Su principal proveedor fue China con 18 millones de dólares, seguido por Brasil con 11 millones y Perú con 6 millones de dólares.
En cuanto a las exportaciones, en 2013 la ventas de confecciones textiles generó ingresos por 30 millones de dólares, de los cuales 15 millones provinieron de Venezuela 3,4 millones de Chile y 2,5 millones de Argentina, convirtiéndolos en los principales países de destino para este sector.
La Paz sigue como el principal exportador con 69 por ciento de las ventas totales, seguido por Santa Cruz con 27 por ciento.
El gerente general de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia), Rodrigo Osinaga, señaló que la situación tiende a agravarse porque además del escaso control al contrabando y al ingreso de ropa usada, no se controla la calidad de la mercadería ingresada.
“Los productos chinos, aún con internación legal, son una competencia desleal por sus bajos precios”, dijo y demandó que el Gobierno imponga medidas arancelarias y no arancelarias, es decir que además de los impuestos, se controle la calidad de la mercadería.
En cuanto a la baja en las exportaciones, dijo que además de la informalidad, el principal problema de los productores es la falta de capacidad para asociarse para cumplir con volúmenes de exportación y la consiguiente dificultad para estandarizar la calidad.
EEUU era el principal mercado para las confecciones textiles, pero en 2008 la pérdida del Atpdea (preferencias arancelarias) cerró ese mercado que, en 2013, absorbió sólo 2 por ciento de las exportaciones textileras.
Bolivia captó $us 30 MM por exportar textiles
Bolivia captó el año pasado $us 30 millones por la exportación de confecciones textiles, informó ayer el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). No obstante, las importaciones de textiles en 2013 orillaron los $us 48 millones, dejando un saldo comercial negativo de $us 17 millones, de acuerdo con el último boletín difundido por el IBCE.
Según esta entidad, Bolivia exportó confecciones textiles en mayor cantidad a Venezuela, Chile, Argentina, Paraguay, Estados Unidos, Alemania, Dinamarca, Brasil, Japón y otros. La Paz fue el principal departamento exportador de textiles en 2013, con 69% del total.
Según esta entidad, Bolivia exportó confecciones textiles en mayor cantidad a Venezuela, Chile, Argentina, Paraguay, Estados Unidos, Alemania, Dinamarca, Brasil, Japón y otros. La Paz fue el principal departamento exportador de textiles en 2013, con 69% del total.
domingo, 9 de febrero de 2014
UN EMPRENDIMIENTO DE ORURO Vicepresidente inaugura una textilera municipal
El vicepresidente Álvaro García Linera inauguró ayer un taller textil municipal, implementado por el municipio de Oruro, y entregó maquinas que permitirán generar fuentes de empleos a favor de las mujeres. “Todo lo que haga en temas de desarrollo para potenciar la capacidad laboral de las mujeres es bienvenida’, afirmó al destacar el trabajo de la alcaldesa de Oruro, Rocío Pimentel.
Dijo que a pesar de que el varón lleva dinero al hogar, se debe apoyar a la mujer para que obtenga sus propios ingresos, tomando en cuenta que “nadie puede ser empleado de otro y que el matrimonio no es para ser empleado de nadie, sino es para quererse”, matizó.
Insistió que se debe potenciar la capacidad productiva de las mujeres y, en esa dirección, felicitó a la alcaldesa de Oruro por promover la implementación del taller, “para empoderar económicamente y productivamente a las mujeres”.
“Toda mujer con o sin esposo tiene que tener su propia capacidad productiva para mantener a la familia y por ello venimos aquí para entregar un conjunto de máquinas que servirán para que las mujeres se capaciten en la costura’, subrayó.
La Alcaldesa informó que ese proyecto tiene el soporte económico del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH).
Dijo que a pesar de que el varón lleva dinero al hogar, se debe apoyar a la mujer para que obtenga sus propios ingresos, tomando en cuenta que “nadie puede ser empleado de otro y que el matrimonio no es para ser empleado de nadie, sino es para quererse”, matizó.
Insistió que se debe potenciar la capacidad productiva de las mujeres y, en esa dirección, felicitó a la alcaldesa de Oruro por promover la implementación del taller, “para empoderar económicamente y productivamente a las mujeres”.
“Toda mujer con o sin esposo tiene que tener su propia capacidad productiva para mantener a la familia y por ello venimos aquí para entregar un conjunto de máquinas que servirán para que las mujeres se capaciten en la costura’, subrayó.
La Alcaldesa informó que ese proyecto tiene el soporte económico del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH).
martes, 4 de febrero de 2014
La microempresa diseña y produce prendas de vestir para niños de cuatro a 14 años y alista una línea de ropa para jóvenes
Siguiendo la tradición familiar, Rocío Ortiz es otra emprendedora que encontró en la confección la posibilidad de crear su propia microempresa.
Continuando con el oficio de su madre, Teresa de Quiroz, que se dedicaba a la confección de ropa para niñas en Uncía (norte de Potosí), la emprendedora Rocío Quiroz decidió seguir el mismo rumbo, pero modernizando el trabajo con los conocimientos adquiridos en un programa de capacitación en confección industrial en Fautapo.
A la conclusión de sus prácticas laborales en varios talleres de confección local, que le significaron experiencia en el diseño y producción particularmente de pantalones en tela de jean, Quiroz obtuvo un crédito bancario de 7 mil dólares, destinado a la producción al por mayor de poleras, soleras, canguros, vestidos, abrigos, bermudas y otras prendas infantiles con marca y sello propio “Confecciones Bonita”.
A mediados del 2010, aprovechó un espacio en la vivienda de sus padres, en Molle Molle, para instalar máquinas de uso semi industrial: dos overlock, una collareta, una codo para doble costura, una remalladora, una tapacostura y dos rectas; además de adquirir buena cantidad de materia prima (telas en algodón y jean), procedente Brasil y Chile e iniciar la producción de ropa de niños.
El primer mes de producción, salen las primeras prendas del taller, con marca propia: “Confecciones Bonita”, se trata de 1.200 soleras, en coloridas telas de algodón para niñas de cuatro a 14 años, que tienen buena aceptación en el mercado La Paz y entre las vendedoras de la plaza San Antonio.
“Hemos tenido mucha suerte, era la temporada de verano (febrero y marzo de 2010) y como hacía mucho sol, todas las mamás querían ver a sus hijas con soleras de todo color y estampados, que también hacíamos nosotros”, recuerda Quiroz.
Con la exitosa experiencia, la microempresa empieza a confeccionar dos líneas de producción: una para invierno (pantalones jeans, buzos, abrigos y canguros) y otra para primavera y verano (soleras, vestidos, pantalones cortos, poleras y bermudas), que causan sensación por los diseños que cambian todos los años y los estampados. “Estas dos líneas de producción nos obligan a renovar nuestros diseños e introducir algunas novedades", señala.
Entre los proyectos para este año, Quiroz mencionó la confección de buzos deportivos, muy demandados sobre todo para el inicio de actividades escolares.
Con el apoyo de la experiencia materna, Quiroz dijo que los cuatro miembros de su familia trabajan en la preparación de los detalles de una nueva línea de producción de ropa casual que estará destinada a mujeres de entre 15 y 20 años, hecha con algodón importado de Argentina y Brasil.
Dijo que la implementación de ambos proyectos no requerirá de inversión adicional, con excepción de una máquina atracadora muy necesaria para el acabado de pantalones. “Tenemos toda la maquinaria necesaria para una producción industrial”, comentó.
Rocío Quiroz Cuba
"Costurar para menores es duro, creo que ya estamos preparados para llevar adelante la empresa"
EMPRENDEDORA ROCÍO QUIROZ CUBA
Personal
• Nace en Cochabamba, el 4 de septiembre de 1986.
Soltera, trabaja con sus padres Pablo (48), su madre Teresa (51) y su hermana (28).
Confeccionista industrial egresada el año 2009 del Instituto Técnico Fundación Autapo, con trámites de afiliación ante Cadepia y de registro de comercio ante Fundempresa.
Laboral
Gerente propietaria de la microempresa “Confecciones Bonita”, está dedicada al diseño y producción de un variedad de prendas de vestir exclusivamente para niños y niñas, comprendidos entre cuatro y 14 años, en el taller familiar instalado hace dos años en la calle Uncía del barrio “Molle Mole”, en colaboración directa de sus padres y hermana mayor en calidad de confeccionistas.
Perspectivas
Hasta fin de año, "Confecciones Bonita" proyecta invertir alrededor de 10 mil dólares en la ampliación e innovación tecnológica del taller familiar, en la perspectiva de duplicar la producción de prendas de vestir para niños y abrir sucursales en Oruro y La Paz.
“El mercado de ropa de niños es enorme en Bolivia, todavía no está siendo cubierto a plenitud por la producción nacional debido a la importación e incluso al contrabando, por eso hemos decidido ampliar el taller con más opciones para los padres de familia que buscan vestir bien y bonito a sus hijos”, comentó la emprendedora Rocío Quiroz Cuba.
El proyecto comprende la habilitación de una agencia distribuidora de “Confecciones Bonita” en Cochabamba y la ciudad de Oruro, donde el público puede comprar a precio de docena.
Dijo que, adicionalmente, se ampliará el área de estampado artesanal para poleras, soleras y canguros con motivos juveniles y personajes de dibujos animados, atendiendo el pedido de muchos jóvenes que fueron consultados sobre sus preferencias.
Continuando con el oficio de su madre, Teresa de Quiroz, que se dedicaba a la confección de ropa para niñas en Uncía (norte de Potosí), la emprendedora Rocío Quiroz decidió seguir el mismo rumbo, pero modernizando el trabajo con los conocimientos adquiridos en un programa de capacitación en confección industrial en Fautapo.
A la conclusión de sus prácticas laborales en varios talleres de confección local, que le significaron experiencia en el diseño y producción particularmente de pantalones en tela de jean, Quiroz obtuvo un crédito bancario de 7 mil dólares, destinado a la producción al por mayor de poleras, soleras, canguros, vestidos, abrigos, bermudas y otras prendas infantiles con marca y sello propio “Confecciones Bonita”.
A mediados del 2010, aprovechó un espacio en la vivienda de sus padres, en Molle Molle, para instalar máquinas de uso semi industrial: dos overlock, una collareta, una codo para doble costura, una remalladora, una tapacostura y dos rectas; además de adquirir buena cantidad de materia prima (telas en algodón y jean), procedente Brasil y Chile e iniciar la producción de ropa de niños.
El primer mes de producción, salen las primeras prendas del taller, con marca propia: “Confecciones Bonita”, se trata de 1.200 soleras, en coloridas telas de algodón para niñas de cuatro a 14 años, que tienen buena aceptación en el mercado La Paz y entre las vendedoras de la plaza San Antonio.
“Hemos tenido mucha suerte, era la temporada de verano (febrero y marzo de 2010) y como hacía mucho sol, todas las mamás querían ver a sus hijas con soleras de todo color y estampados, que también hacíamos nosotros”, recuerda Quiroz.
Con la exitosa experiencia, la microempresa empieza a confeccionar dos líneas de producción: una para invierno (pantalones jeans, buzos, abrigos y canguros) y otra para primavera y verano (soleras, vestidos, pantalones cortos, poleras y bermudas), que causan sensación por los diseños que cambian todos los años y los estampados. “Estas dos líneas de producción nos obligan a renovar nuestros diseños e introducir algunas novedades", señala.
Entre los proyectos para este año, Quiroz mencionó la confección de buzos deportivos, muy demandados sobre todo para el inicio de actividades escolares.
Con el apoyo de la experiencia materna, Quiroz dijo que los cuatro miembros de su familia trabajan en la preparación de los detalles de una nueva línea de producción de ropa casual que estará destinada a mujeres de entre 15 y 20 años, hecha con algodón importado de Argentina y Brasil.
Dijo que la implementación de ambos proyectos no requerirá de inversión adicional, con excepción de una máquina atracadora muy necesaria para el acabado de pantalones. “Tenemos toda la maquinaria necesaria para una producción industrial”, comentó.
Rocío Quiroz Cuba
"Costurar para menores es duro, creo que ya estamos preparados para llevar adelante la empresa"
EMPRENDEDORA ROCÍO QUIROZ CUBA
Personal
• Nace en Cochabamba, el 4 de septiembre de 1986.
Soltera, trabaja con sus padres Pablo (48), su madre Teresa (51) y su hermana (28).
Confeccionista industrial egresada el año 2009 del Instituto Técnico Fundación Autapo, con trámites de afiliación ante Cadepia y de registro de comercio ante Fundempresa.
Laboral
Gerente propietaria de la microempresa “Confecciones Bonita”, está dedicada al diseño y producción de un variedad de prendas de vestir exclusivamente para niños y niñas, comprendidos entre cuatro y 14 años, en el taller familiar instalado hace dos años en la calle Uncía del barrio “Molle Mole”, en colaboración directa de sus padres y hermana mayor en calidad de confeccionistas.
Perspectivas
Hasta fin de año, "Confecciones Bonita" proyecta invertir alrededor de 10 mil dólares en la ampliación e innovación tecnológica del taller familiar, en la perspectiva de duplicar la producción de prendas de vestir para niños y abrir sucursales en Oruro y La Paz.
“El mercado de ropa de niños es enorme en Bolivia, todavía no está siendo cubierto a plenitud por la producción nacional debido a la importación e incluso al contrabando, por eso hemos decidido ampliar el taller con más opciones para los padres de familia que buscan vestir bien y bonito a sus hijos”, comentó la emprendedora Rocío Quiroz Cuba.
El proyecto comprende la habilitación de una agencia distribuidora de “Confecciones Bonita” en Cochabamba y la ciudad de Oruro, donde el público puede comprar a precio de docena.
Dijo que, adicionalmente, se ampliará el área de estampado artesanal para poleras, soleras y canguros con motivos juveniles y personajes de dibujos animados, atendiendo el pedido de muchos jóvenes que fueron consultados sobre sus preferencias.
lunes, 3 de febrero de 2014
El COA comisó 27.98 fardos de ropa usada
El Control Operativo Aduanero (COA) logró comisar 27.985 fardos de ropa usada durante sus intervenciones en ruta y allanamientos en la pasada gestión, según informes de la presidencia de la Aduana Nacional de Bolivia.
"La gestión 2012 se había incautado 10.141 fardos y el 2013 nosotros hemos hecho una incautación de 27.985, estamos cumpliendo" señaló Marlene Ardaya.
Por otro lado, según datos de la Aduana Nacional, durante el período 2011-2013, se logró destruir 1.582,7 toneladas de ropa usada en todo el país.
Por regiones, en La Paz se destruyeron 513,88 toneladas, en Cochabamba 407,6, en Oruro 394,2, en Potosí 139,3 y en Santa Cruz 127,7.
"Se hizo un trabajo importante del COA, sin embargo hay que considerar que mientras en Chile se siga nacionalizando ropa usada en frontera (Zofri), es un problema serio para nosotros, debido a que se acopia de contrabando en esta frontera e ingresa al Estado" explicó.
De acuerdo a Ardaya, se debe hacer un lobby importante con la Cancillería para que Chile no nacionalice ropa usada en Zona Franca Iquique.
"Que se haga una negociación, porque se nacionaliza Chile para Chile, pero pasa a Bolivia" dijo.
CONTROL DE MARCAS
La autoridad aduanera adelantó que su institución está trabajando en un próximo paso que es el control marcario, dado que en las incautaciones que se realizan a los microempresarios nacionales se está encontrando mercancía de industria boliviana que no está identificada como tal.
"La gestión 2012 se había incautado 10.141 fardos y el 2013 nosotros hemos hecho una incautación de 27.985, estamos cumpliendo" señaló Marlene Ardaya.
Por otro lado, según datos de la Aduana Nacional, durante el período 2011-2013, se logró destruir 1.582,7 toneladas de ropa usada en todo el país.
Por regiones, en La Paz se destruyeron 513,88 toneladas, en Cochabamba 407,6, en Oruro 394,2, en Potosí 139,3 y en Santa Cruz 127,7.
"Se hizo un trabajo importante del COA, sin embargo hay que considerar que mientras en Chile se siga nacionalizando ropa usada en frontera (Zofri), es un problema serio para nosotros, debido a que se acopia de contrabando en esta frontera e ingresa al Estado" explicó.
De acuerdo a Ardaya, se debe hacer un lobby importante con la Cancillería para que Chile no nacionalice ropa usada en Zona Franca Iquique.
"Que se haga una negociación, porque se nacionaliza Chile para Chile, pero pasa a Bolivia" dijo.
CONTROL DE MARCAS
La autoridad aduanera adelantó que su institución está trabajando en un próximo paso que es el control marcario, dado que en las incautaciones que se realizan a los microempresarios nacionales se está encontrando mercancía de industria boliviana que no está identificada como tal.
domingo, 2 de febrero de 2014
Primer Conglomerado Industrial de Textiles funcionará en El Alto
El Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo, implementará hasta mediados de este año el primer Conglomerado Industrial de Textiles en El Alto. Inicialmente se prevé invertir $us 5 millones para su promoción.
El viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin, informó que el proyecto es crear un Conglomerado Industrial en cada uno de los nueve departamentos de Bolivia, pero inicialmente —como prueba piloto— se instalará en El Alto por la alta concentración de textileros.
Explicó que un conglomerado es la concentración de productores de varios rubros en una misma zona. “El principal objetivo es promover la actividad comercial del mercado interno en el país”.
Dos fenómenos económicos y exitosos que se vio en el mundo fue el de Italia y el Conglomerado de Villa Salvador Gamarra en Lima, Perú. Estas dos experiencias dieron pie a que se inicie el proyecto en Bolivia, contó Baudoin. Indicó que el estudio para este proyecto se encargó a un especialista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y tuvo el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi).
Dijo que la primera impresión del consultor fue que “El Alto es un gran conglomerado industrial”. Un ejemplo es la Feria 16 de Julio, que tiene la mayor concentración de comerciantes de todos los rubros. Es a partir de esa idea que el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural empezó a identificar cuatro rubros potenciales: textiles, madera, alimentos y metal mecánica que concentran el 85% de la industria en Bolivia.
“El primer conglomerado que funcionará será de textiles porque hemos visto que es el rubro de mayor potencial en El Alto”, expresó el viceministro. Calculó que en esa urbe existen 15.000 textileros Esta cifra fue confirmada por el presidente de la Confederación de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Marco Antonio González, quien indicó que ésta es una muy buena iniciativa para apoyar a las pequeñas unidades productivas de la urbe alteña. También confirmó que están trabajando de manera coordinada con el Ejecutivo para consolidar el proyecto.
Baudoin manifestó que en coordinación con el Gobierno Municipal de El Alto se han identificado barrios potenciales de textiles en esa ciudad, pero que “está por definirse en qué zonas va a funcionar el primer conglomerado industrial”. Las zonas de Villa Exaltación, Santa Rosa, Villa Adela, Río Seco, 16 de Julio y Alto Lima, entre otras, concentran a la mayor parte de los textileros.
La autoridad anunció que para la primera fase se invertirá unos $us 5 millones, que se destinará en la promoción del comercio. Vale decir, en promover el conglomerado, llevar productores a ferias internacionales, organizar ferias internas, eventos y convenciones. Asimismo, el Estado dará asistencia y capacitación técnica a los productores textileros, subrayó el Viceministro de Comercio Interno y Exportaciones.
Concentración de los productores
Según la definición de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), que ejecuta este tipo de proyectos en varios países del mundo, los conglomerados son concentraciones sectoriales y geográficas de empresas que producen y venden una serie de artículos similares entre sí o complementarios y, por tanto, se enfrentan con problemas y oportunidades comunes.
Esas concentraciones pueden dar lugar a economías externas. Por ejemplo, surgen proveedores especializados de materias primas y componentes o se crea un acervo de recursos humanos especializados en el sector, y promueve el desarrollo de servicios especializados en asuntos técnicos, gerenciales y financieros.
Las redes son grupos de empresas que cooperan en un proyecto conjunto de desarrollo, complementándose entre sí para superar los problemas comunes y conseguir eficacia colectiva para una penetración a un mercado mayor, señala el organismo internacional.
Iniciativa debe ser sostenible
Créditos
El Gobierno instalará sus principales instituciones productivas como Pro Bolivia, Promueve Bolivia y el Banco de De- sarrollo Productivo en el primer Conglomerado Industrial de El Alto, donde se realizarán inversiones. Pero éste debe ser autosostenible para poder devolver los recursos al Estado, dijo Baudoin.
Ropa usada, el perjuicio más allá de la frontera
Son las 10 de la mañana y el ambiente es desolador en uno de los talleres de confección de pantalones jeans, ubicado en el Plan 3.000, considerado el epicentro de la manufactura en nuestra ciudad.
El negocio luce desierto y las máquinas están apagadas y llenas de polvo mientras su dueña espera que le llegue un pedido ocasional. A estas horas, en un día normal el lugar debería estar produciendo unas 2.000 prendas y empleando por lo menos a 10 personas por la cantidad de máquinas que se observa en el lugar. Sin embargo, la situación es otra, según cuenta Alejandra Quispe, quien asegura que apenas logra juntar la cuota del banco y otros gastos que le genera su negocio como la cancelación a sus ayudantes y la energía eléctrica.
"Así es nuestra realidad. Hay días que no hay cómo encender el negocio, es esperar que haya un cliente y pelearlo con la mejor oferta y una buena inversión para la materia prima, aunque como ve, a este paso difícil es juntar para comprar tela, más aún para tenerla en reserva" expresa la mujer, aunque en la zona hay muchas personas que pasan por similar drama.
Un gigante difícil de enfrentar. La crisis que enfrentan los confeccionistas, contrasta con el movimiento que genera el comercio de ropa usada, no solo en el departamento sino a nivel nacional, donde se ha duplicado la cantidad de comerciantes de este gremio, pese a los anuncios y leyes del Gobierno Nacional en 2006 y 2009 para erradicar la venta de prendas de segunda mano, como una medida para fortalecer la producción nacional.
Según el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez, entre el 2011 y el 2013 la importación ilegal de ropa a medio uso se incrementó de $us 80 millones a más de $us 160 millones.
Solo en Santa Cruz, la cantidad de ferias y espacios de comercio de esta prendería, se incrementó de 2 a 6 espacios de venta masiva de ropa usada, sin contar las ferias itinerantes que se han asentado, en los mercados populares y distritales así como en las provincias, donde se estima hay por lo menos una veintena de comercios de este tipo, según la Municipalidad.
"Cuando hablamos de alguna feria nos siguen el paso para que cumplamos las normas, pero a la gente que toma los espacios públicos para este negocio nadie los mueve ni tributan al Estado", dijo Angélica Canaza, una confeccionista que protestó por la forma en que el Estado ha manejado la problemática.
Guerra anunciada... Días atrás, la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) en coordinación con representantes de los microempresarios del país anunciaron la elaboración de una estrategia para realizar el decomiso de la prendería usada que se comercializa en los nueve departamentos, aunque el sector asegura que esto no es suficiente, tomando en cuenta las debilidades que enfrenta el país para frenar este monstruo que se sumerge en el país ante las debilidades que hay en el control fronterizo.
A ello se suma la falta de apoyo y promoción de los productos de manufactura hechos en Bolivia, problema que según el sector, debe ser una prioridad en la agenda del Gobierno nacional, aunque aún es una tarea pendiente.
"Para erradicar la ropa usada y motivar la producción nacional, no solo se precisa que se decomise la prendería. Esta política debe estar acompañada de un fuerte control y protección al mercado nacional, cosa que no sucede en nuestro país", señala Víctor Marcián, presidente de la Confederación Departamental de Micro y Mediana Empresa en Santa Cruz.
El microempresario señaló la necesidad de reforzar el control fronterizo, que el Gobierno ha incumplido desde 2006 cuando prometió prohibir el ingreso de este tipo de mercadería además del contrabando, situación que según afirma, ha empeorado.
"En nuestro país es el único lugar donde no hay control aduanero, solo funciona el de Pisiga y el de Tambo Quemado. En la frontera no hay control aduanero propio y los operativos si es que los hay, son esporádicos", dijo a tiempo de sugerir al Gobierno antes de anunciar decomisos, incrementar su personal del COA, pues según afirma solo cuenta con 700 efectivos en todo el país, cifra que es insuficiente para la invasión de mercadería que ingresa forma irregular desde los países vecinos, principalmente desde Chile y Perú. A su vez, Germán Canaviri, otro dirigente de este sector, lamentó que el Gobierno y el Municipio "permiten el ingreso y la comercialización de estas prendas por doquier, cuando al sector no recibe ningún tipo de apoyo para promover la industria nacional".
"Nosotros no queremos promover la pelea entre bolivianos, pero necesitamos que el Gobierno nos dé una mano, fortaleciendo la industria a través de la promoción de productos nacionales y también necesitamos que nos ayude a fortalecer nuestra industria con financiamientos, eso sería promover lo nuestro", señaló el dirigente a tiempo de sugerir la necesidad de que el Gobierno promueva la producción nacional y asimismo aplique medidas de financiamiento para el sector.
En la mira
Ropavejeros se oponen al decomiso, justifican falta de empleos
Ante el anuncio del Gobierno de incautar la ropa usada que ingrese al país, el sector se ha mostrado reacio a la medida ya que según afirma es una oportunidad de trabajo para más de 800 mil personas en todo el país.
"No creo que el Gobierno nacional quiera levantar un sector del país destruyendo la economía de miles de personas que nos dedicamos a este oficio al no tener otras alternativas de trabajo", destacó Elisa Choque, en la feria de Cumavi en el cuarto anillo de la ciudad.
Por su parte, Escarlet Solano, otra dirigente del sector, pidió al Gobierno implementar un plan o programa a de empleo para los comerciantes que se dedican a la venta de ropa usada, antes de proceder a los decomisos.
"Si el Gobierno quiere acabar con este rubro por considerarlo dañino a la economía debe darnos una alternativa de ingresos para sobrevivir", señaló la mujer.
Importaciones
Preocupa invasión de ropa china
Si bien el sector de productores de la pequeña y mediana empresa en el departamento ha mostrado su preocupación por la duplicación en la importación de ropa usada, el sector también dijo estar preocupado por el ingreso de ropa y accesorios del norte de Asia, pues según afirma, se ha quintuplicado desde el 2010.
"El Gobierno no apoya decididamente a la industria nacional y eso nos tiene desmotivados, pues deberían impulsar la pequeña industria al igual que se fortalece la exportación de hidrocarburos, pues damos empleo al 80% de la población", señaló Félix Nicasio, presidente de Cadepia.
Según el microempresario, el 70% de la producción nacional está siendo reemplazado por las importaciones y el contrabando, más que todo de China y el sur de Asia que también estarían ingresando al país fuera de norma, lo cual estaría afectando la producción de ropa y zapatos que están siendo sustituidos por accesorios que llegan desde Indonesia, Bangladesh y Finlandia, entrando por Chile.
"Duele ver que uno está solo en esta lucha, que además es injusta. Estamos cansados de ver que de Argentina, Brasil y Chile llegan camionadas de mercadería, cuando de aquí extranjeros solo pueden llevar valor de 150 dólares" destacó Amelia Solórzano, quien es dueña de la marca Patra, pues asegura que el perjuicio no solo proviene de países orientales.
El negocio luce desierto y las máquinas están apagadas y llenas de polvo mientras su dueña espera que le llegue un pedido ocasional. A estas horas, en un día normal el lugar debería estar produciendo unas 2.000 prendas y empleando por lo menos a 10 personas por la cantidad de máquinas que se observa en el lugar. Sin embargo, la situación es otra, según cuenta Alejandra Quispe, quien asegura que apenas logra juntar la cuota del banco y otros gastos que le genera su negocio como la cancelación a sus ayudantes y la energía eléctrica.
"Así es nuestra realidad. Hay días que no hay cómo encender el negocio, es esperar que haya un cliente y pelearlo con la mejor oferta y una buena inversión para la materia prima, aunque como ve, a este paso difícil es juntar para comprar tela, más aún para tenerla en reserva" expresa la mujer, aunque en la zona hay muchas personas que pasan por similar drama.
Un gigante difícil de enfrentar. La crisis que enfrentan los confeccionistas, contrasta con el movimiento que genera el comercio de ropa usada, no solo en el departamento sino a nivel nacional, donde se ha duplicado la cantidad de comerciantes de este gremio, pese a los anuncios y leyes del Gobierno Nacional en 2006 y 2009 para erradicar la venta de prendas de segunda mano, como una medida para fortalecer la producción nacional.
Según el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez, entre el 2011 y el 2013 la importación ilegal de ropa a medio uso se incrementó de $us 80 millones a más de $us 160 millones.
Solo en Santa Cruz, la cantidad de ferias y espacios de comercio de esta prendería, se incrementó de 2 a 6 espacios de venta masiva de ropa usada, sin contar las ferias itinerantes que se han asentado, en los mercados populares y distritales así como en las provincias, donde se estima hay por lo menos una veintena de comercios de este tipo, según la Municipalidad.
"Cuando hablamos de alguna feria nos siguen el paso para que cumplamos las normas, pero a la gente que toma los espacios públicos para este negocio nadie los mueve ni tributan al Estado", dijo Angélica Canaza, una confeccionista que protestó por la forma en que el Estado ha manejado la problemática.
Guerra anunciada... Días atrás, la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) en coordinación con representantes de los microempresarios del país anunciaron la elaboración de una estrategia para realizar el decomiso de la prendería usada que se comercializa en los nueve departamentos, aunque el sector asegura que esto no es suficiente, tomando en cuenta las debilidades que enfrenta el país para frenar este monstruo que se sumerge en el país ante las debilidades que hay en el control fronterizo.
A ello se suma la falta de apoyo y promoción de los productos de manufactura hechos en Bolivia, problema que según el sector, debe ser una prioridad en la agenda del Gobierno nacional, aunque aún es una tarea pendiente.
"Para erradicar la ropa usada y motivar la producción nacional, no solo se precisa que se decomise la prendería. Esta política debe estar acompañada de un fuerte control y protección al mercado nacional, cosa que no sucede en nuestro país", señala Víctor Marcián, presidente de la Confederación Departamental de Micro y Mediana Empresa en Santa Cruz.
El microempresario señaló la necesidad de reforzar el control fronterizo, que el Gobierno ha incumplido desde 2006 cuando prometió prohibir el ingreso de este tipo de mercadería además del contrabando, situación que según afirma, ha empeorado.
"En nuestro país es el único lugar donde no hay control aduanero, solo funciona el de Pisiga y el de Tambo Quemado. En la frontera no hay control aduanero propio y los operativos si es que los hay, son esporádicos", dijo a tiempo de sugerir al Gobierno antes de anunciar decomisos, incrementar su personal del COA, pues según afirma solo cuenta con 700 efectivos en todo el país, cifra que es insuficiente para la invasión de mercadería que ingresa forma irregular desde los países vecinos, principalmente desde Chile y Perú. A su vez, Germán Canaviri, otro dirigente de este sector, lamentó que el Gobierno y el Municipio "permiten el ingreso y la comercialización de estas prendas por doquier, cuando al sector no recibe ningún tipo de apoyo para promover la industria nacional".
"Nosotros no queremos promover la pelea entre bolivianos, pero necesitamos que el Gobierno nos dé una mano, fortaleciendo la industria a través de la promoción de productos nacionales y también necesitamos que nos ayude a fortalecer nuestra industria con financiamientos, eso sería promover lo nuestro", señaló el dirigente a tiempo de sugerir la necesidad de que el Gobierno promueva la producción nacional y asimismo aplique medidas de financiamiento para el sector.
En la mira
Ropavejeros se oponen al decomiso, justifican falta de empleos
Ante el anuncio del Gobierno de incautar la ropa usada que ingrese al país, el sector se ha mostrado reacio a la medida ya que según afirma es una oportunidad de trabajo para más de 800 mil personas en todo el país.
"No creo que el Gobierno nacional quiera levantar un sector del país destruyendo la economía de miles de personas que nos dedicamos a este oficio al no tener otras alternativas de trabajo", destacó Elisa Choque, en la feria de Cumavi en el cuarto anillo de la ciudad.
Por su parte, Escarlet Solano, otra dirigente del sector, pidió al Gobierno implementar un plan o programa a de empleo para los comerciantes que se dedican a la venta de ropa usada, antes de proceder a los decomisos.
"Si el Gobierno quiere acabar con este rubro por considerarlo dañino a la economía debe darnos una alternativa de ingresos para sobrevivir", señaló la mujer.
Importaciones
Preocupa invasión de ropa china
Si bien el sector de productores de la pequeña y mediana empresa en el departamento ha mostrado su preocupación por la duplicación en la importación de ropa usada, el sector también dijo estar preocupado por el ingreso de ropa y accesorios del norte de Asia, pues según afirma, se ha quintuplicado desde el 2010.
"El Gobierno no apoya decididamente a la industria nacional y eso nos tiene desmotivados, pues deberían impulsar la pequeña industria al igual que se fortalece la exportación de hidrocarburos, pues damos empleo al 80% de la población", señaló Félix Nicasio, presidente de Cadepia.
Según el microempresario, el 70% de la producción nacional está siendo reemplazado por las importaciones y el contrabando, más que todo de China y el sur de Asia que también estarían ingresando al país fuera de norma, lo cual estaría afectando la producción de ropa y zapatos que están siendo sustituidos por accesorios que llegan desde Indonesia, Bangladesh y Finlandia, entrando por Chile.
"Duele ver que uno está solo en esta lucha, que además es injusta. Estamos cansados de ver que de Argentina, Brasil y Chile llegan camionadas de mercadería, cuando de aquí extranjeros solo pueden llevar valor de 150 dólares" destacó Amelia Solórzano, quien es dueña de la marca Patra, pues asegura que el perjuicio no solo proviene de países orientales.
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