Investigación valiosa arte de los textiles
Una valiosa colección de ponchos tejidos sobre todo por mujeres aimaras y quechuas de Bolivia ha sido reunida y estudiada por un investigador boliviano que ha consagrado 40 años de su vida a conocer el arte de esos textiles y su valor para los indígenas.
El profesor boliviano Óscar Barriga resumió sus investigaciones de campo en el libro de reciente publicación "El Poncho en Bolivia", fruto de una pasión de coleccionista que inició en 1966 dispuesto a salvar algo del patrimonio textil para que no sea saqueado.
Entre ese año y 2013, Barriga reunió alrededor de 250 piezas de diversas partes de Bolivia haciendo esfuerzos con su modesto salario de maestro, aunque a fines del año pasado debido a problemas económicos las vendió al estatal Museo de Etnografía y Folclore.
En una entrevista con EFE, Oscar Barriga dijo que se trata de la más "rica colección de ponchos indígenas existentes en el país", un tesoro para estudiar el arte de los indígenas en los textiles que no solo tienen valor estético, sino que retratan una mirada del cosmos.
Con la ayuda de tejedoras y de los indígenas más viejos de las comunidades, el autor explica en su libro la riqueza cromática de los ponchos, los secretos
de las técnicas si tienen una o dos caras, sus símbolos, mensajes y los usos religiosos, civiles o militares que se otorga a estas piezas.
USO Y COSTUMBRE
El poncho está generalmente formado por una sola pieza o por dos paños unidos por medio de una costura central que deja una abertura para la cabeza, y que llega hasta medio cuerpo o media pierna.
Son usados sobre todo en el área rural de Bolivia por los hombres y denotan prestigio, una situación de autoridad o revelan un nivel socioeconómico, destacó Óscar Barriga Barahona, quien antes solía usar sus ponchos para asistir a los actos especiales causando sorpresa.
"No sé si es cuestión de imaginación, pero yo realmente me siento más gente, me siento mejor con un poncho encima que con un abrigo; en serio, me siento alguien", manifestó el coleccionista.
Entre las mejores piezas que rescató en su afán está el "poncho balandrán" que contiene "figuras de aves y flores en estilo barroco criollo muy temprano", confeccionado a finales del siglo XVII.
El "balandrán" muestra un primer momento en el desarrollo del arte barroco mestizo en los textiles bolivianos, antes del visto en las celebres pinturas de los Ángeles de Calamarca, según Barriga.
PIEZAS IMPORTANTES
También hay piezas ceremoniales como el "Poncho Obrajes" al que los indígenas atribuyen una "protección mágica" otorgada porque sus hilos cruzan a la izquierda o el "Poncho Karachaca" que no solo fue usado para vestir, sino para decorar escenarios en actos especiales.
La complejidad de la mirada cósmica y la gran habilidad de las tejedoras son evidentes en la elegante pieza "Pankhochi" que tiene 2.300 figuras, asociadas a la vida en el campo.
Una faja confeccionada a mediados del siglo pasado por una mujer para que su novio la estrene en la boda destaca porque narra la vida de una pareja desde invocaciones a deidades mitológicas, el progreso económico y social y la gratitud con dioses andinos, según explicaciones del profesor Óscar Barriga.
Varias de las mejores piezas fueron confeccionadas en telares rústicos que las indígenas manejan desde tiempos ancestrales.
Una pieza sorprendente registrada por Óscar Barriga y que hoy está en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) data del siglo XVIII y es un poncho de hilo de algodón con los colores de la bandera de España, decorado con motivos florales.
No obstante, en este caso se trataría de una pieza que perteneció a un oficial español, pero pudo ser hecho en uno de los centros de producción textil conocidos como "obrajes" que usaban telares de pedal o fue importado de Francia o Inglaterra.
Al tratarse de una túnica abierta para diversos usos "no hay un país cuna del poncho", sostuvo Óscar Barriga para después citar el uso en la cultura precolombina Nazca y mostrar gráficos de esas prendas en Italia, Inglaterra y Rusia a inicios de la era cristiana.
ÉPOCA DE ORO
En Bolivia, según el autor, el poncho vivió "una época de oro" en el siglo XIX y a mediados del XX porque era usado en el campo y en la ciudad.
Después sobrevino una época de decadencia debido a la discriminación de los indígenas, pero hoy se vive una revalorización al ser un fuerte símbolo
de identidad política.
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lunes, 31 de marzo de 2014
viernes, 28 de marzo de 2014
Comisión investiga a quebrada Hilancruz
La Comisión Especial Mixta de Investigación de la Privatización y Capitalización entre los años 1989 y 2000, conformada por diputados y senadores, continuará su proceso de investigación en el caso de la empresa Hilandería Santa Cruz (Hilancruz) cuyo accionista fue la familia Garafulic-Lehm. Este trabajo proseguirá al retorno del presidente de dicha instancia legislativa, el senador oficialista, Adolfo Mendoza.
Según datos obtenidos en esta comisión especial en diciembre de 1996 Hilancruz fue adjudicada a la empresa Santa Mónica Cotton Trading Co. de propiedad de la familia Garafulic Lehm, en cuatro millones de dólares “muy por debajo de la recomendación hecha por la consultora evaluadora que propuso un precio de venta de siete millones de dólares”.
El estudio afirma que la inversión realizada por el Estado fue de $us 54.343.764 para el montaje e inicio de actividades de la fábrica en 1981 en Santa Cruz.
“A poco tiempo de esta compra a bajo precio, la familia Garafulic Lehm decide transferir el 50.01 por ciento de la acciones de Hilancruz al empresario Andrés Petrizevic Raznatovic, quien con una singular administración contrae deudas con más de 119 acreedores por un monto de $us. 63.456.882”, cita el documento.
La mencionada empresa fue presentada como una empresa productiva próspera y sólida, sin embargo en poco tiempo se declara en quiebra técnica.
Por su lado, en febrero pasado, a petición de la Comisión Mixta, Raúl Garáfulic se presentó para brindar su versión sobre los hechos, oportunidad en la que dijo que cuando él estaba a cargo de Hilancruz ésta era próspera, incluso se situó en una de las 20 mejores empresas del país.
Según datos obtenidos en esta comisión especial en diciembre de 1996 Hilancruz fue adjudicada a la empresa Santa Mónica Cotton Trading Co. de propiedad de la familia Garafulic Lehm, en cuatro millones de dólares “muy por debajo de la recomendación hecha por la consultora evaluadora que propuso un precio de venta de siete millones de dólares”.
El estudio afirma que la inversión realizada por el Estado fue de $us 54.343.764 para el montaje e inicio de actividades de la fábrica en 1981 en Santa Cruz.
“A poco tiempo de esta compra a bajo precio, la familia Garafulic Lehm decide transferir el 50.01 por ciento de la acciones de Hilancruz al empresario Andrés Petrizevic Raznatovic, quien con una singular administración contrae deudas con más de 119 acreedores por un monto de $us. 63.456.882”, cita el documento.
La mencionada empresa fue presentada como una empresa productiva próspera y sólida, sin embargo en poco tiempo se declara en quiebra técnica.
Por su lado, en febrero pasado, a petición de la Comisión Mixta, Raúl Garáfulic se presentó para brindar su versión sobre los hechos, oportunidad en la que dijo que cuando él estaba a cargo de Hilancruz ésta era próspera, incluso se situó en una de las 20 mejores empresas del país.
martes, 25 de marzo de 2014
Proyecto Hilando Culturas beneficia a 1.200 tejedores
El proyecto binacional denominado "Hilando Culturas", iniciado en enero, beneficia a 1.200 artistas textiles de Bolivia y Perú con el mejoramiento de las capacidades de producción y comercialización de ese rubro.
Según un boletín de prensa, ese proyecto ejecuta alrededor de un millón de euros y se desarrolla en los corredores Cusco-Puno (Perú), y La Paz-Oruro (Bolivia), con el propósito de incrementar las capacidades de agentes culturales para el desarrollo y la consolidación de una cadena de valor de arte textil con identidad cultural articulada.
El proyecto tiene el apoyo de la Unión Europea y es ejecutado por la cooperación técnica internacional Soluciones Prácticas y Progetto Mondo MLAL, junto a sus socios de la Red de Organizaciones Económicas de Productores Artesanos con Identidad Cultural (Red OEPAIC) de Bolivia, además de la Asociación Ecología Tecnología y Cultura en los Andes (ETC Andes) de Perú. ABI
Según un boletín de prensa, ese proyecto ejecuta alrededor de un millón de euros y se desarrolla en los corredores Cusco-Puno (Perú), y La Paz-Oruro (Bolivia), con el propósito de incrementar las capacidades de agentes culturales para el desarrollo y la consolidación de una cadena de valor de arte textil con identidad cultural articulada.
El proyecto tiene el apoyo de la Unión Europea y es ejecutado por la cooperación técnica internacional Soluciones Prácticas y Progetto Mondo MLAL, junto a sus socios de la Red de Organizaciones Económicas de Productores Artesanos con Identidad Cultural (Red OEPAIC) de Bolivia, además de la Asociación Ecología Tecnología y Cultura en los Andes (ETC Andes) de Perú. ABI
Fábrica Patra implementa sistema de calidad 5Ss
La fábrica de ropa deportiva Patra, que opera en Santa Cruz desde hace más de 17 años, trabaja en la implementación de la Política 5Ss de Gestión de Calidad para beneficiar a su personal y mejorar sus procesos de producción.
Amelia Solórzano, gerenta general de Patra, explicó que luego de varios viajes y contactos con proveedores se reunió con José Pivatto, experto en procesos gerenciales y consultor especialista en Políticas de Gestión de Calidad de Santa Catarina, Brasil.
Pivatto ha promovido la política de 5Ss en más de 200 empresas de Brasil y el exterior.
La ejecutiva señaló que la 5Ss es un método sencillo, pero a la vez muy útil para desarrollar una mejora en la gestión de calidad, además que es integral y en todos los niveles. “Nos permitirá organizar mejor los espacios e innovar procesos y productos. Reducir gastos y riesgos hasta forjar valores en todo el personal”, indicó Solórzano
Amelia Solórzano, gerenta general de Patra, explicó que luego de varios viajes y contactos con proveedores se reunió con José Pivatto, experto en procesos gerenciales y consultor especialista en Políticas de Gestión de Calidad de Santa Catarina, Brasil.
Pivatto ha promovido la política de 5Ss en más de 200 empresas de Brasil y el exterior.
La ejecutiva señaló que la 5Ss es un método sencillo, pero a la vez muy útil para desarrollar una mejora en la gestión de calidad, además que es integral y en todos los niveles. “Nos permitirá organizar mejor los espacios e innovar procesos y productos. Reducir gastos y riesgos hasta forjar valores en todo el personal”, indicó Solórzano
viernes, 21 de marzo de 2014
Enatex dará tela a pequeños textileros
La Empresa Pública Nacional Textil (Enatex) anunció ayer que puso en marcha un programa para convertirse en aliada de los pequeños productores para el desarrollo de líneas conjuntas de producción y el suministro de materia prima a precios más bajos.
El viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Martín Bazurco, declaró que “Enatex va a suministrar de materia prima a los micro y pequeños productores, es decir, tela que se produce en alguna de las empresas que son parte de la empresa estatal”.
El acceso a materia prima a través de Enatex no implica una subvención en los costos, aseguró el viceministro Bazurco, tras aclarar que el objetivo del proyecto es que “bajen los costos de producción y el margen de utilidades de los productores sea mayor”. "Los microempresarios pueden acceder a beneficios que Bolivia tiene con Brasil, Argentina, Venezuela en términos de exportación”, dijo
El viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Martín Bazurco, declaró que “Enatex va a suministrar de materia prima a los micro y pequeños productores, es decir, tela que se produce en alguna de las empresas que son parte de la empresa estatal”.
El acceso a materia prima a través de Enatex no implica una subvención en los costos, aseguró el viceministro Bazurco, tras aclarar que el objetivo del proyecto es que “bajen los costos de producción y el margen de utilidades de los productores sea mayor”. "Los microempresarios pueden acceder a beneficios que Bolivia tiene con Brasil, Argentina, Venezuela en términos de exportación”, dijo
miércoles, 19 de marzo de 2014
La venta de ropa usada pasa de $us 80 a $us 160 millones
La Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) indicó que entre 2006 y el primer bimestre de 2014 la venta de ropa usada en el mercado interno se incrementó de $us 80 millones a $us 160 millones y el número de vendedores en este periodo ascendió de 30.000 a 250.000.
Víctor Ramírez, presidente de la Conamype, explicó que un estudio sobre los efectos de la venta de ropa usada al sector de la industria nacional reveló que son unos $us 107 millones los que pierden los micros y pequeños productores.
La demanda
Ramírez puntualizó que el sector de la micro y pequeña empresa le pidió al Gobierno prohibir la internación y venta de ropa usada en el país, pero remarcó que por los datos obtenidos esta actividad continúa desarrollándose cada vez más con una mayor intensidad, sin que el Ejecutivo pueda dar una respuesta positiva a los industriales.
El dirigente explicó que en ese propósito una comisión de este sector viene trabajando con la Agencia para el De- sarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) y la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) para buscar los mecanismos para aplicar un control efectivo e impedir la internación y la venta de ropa a medio uso /ANF
Víctor Ramírez, presidente de la Conamype, explicó que un estudio sobre los efectos de la venta de ropa usada al sector de la industria nacional reveló que son unos $us 107 millones los que pierden los micros y pequeños productores.
La demanda
Ramírez puntualizó que el sector de la micro y pequeña empresa le pidió al Gobierno prohibir la internación y venta de ropa usada en el país, pero remarcó que por los datos obtenidos esta actividad continúa desarrollándose cada vez más con una mayor intensidad, sin que el Ejecutivo pueda dar una respuesta positiva a los industriales.
El dirigente explicó que en ese propósito una comisión de este sector viene trabajando con la Agencia para el De- sarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) y la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) para buscar los mecanismos para aplicar un control efectivo e impedir la internación y la venta de ropa a medio uso /ANF
martes, 18 de marzo de 2014
El comercio de ropa usada en ocho años se eleva de $us 80 millones a $us 160 millones
Entre 2006 hasta el presente, el movimiento económico que genera la venta de ropa usada en el mercado interno se incrementó de $us 80 millones a $us 160 millones y el número de vendedores en este periodo ascendió de 30 mil a 250 mil, señaló el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez.
"Hemos hecho (un cálculo de que) el 2006 era $us 80 millones, ahora hemos duplicado a $us 160 millones, pero también hay un dato que hay que rescatar, los mismos dirigentes (de los vendedores) de la ropa usada han manifestado que antes eran 30 mil ropavejeros, ahora indican que son 250 mil, eso es casi 400 por ciento que habría aumentado", apuntó.
El sector de la micro y pequeña empresa pidió al Gobierno prohibir la internación y venta de ropa usada en el país, dijo el representante de la Conamype el mes anterior.
Explicó que en ese propósito una comisión de este sector viene trabajando con la Agencia para el Desarrollo de las Macro regiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) y la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) para buscar los mecanismos para aplicar un control efectivo e impedir la internación y la venta de ropa a medio uso.
Víctor Ramírez explicó que un estudio sobre los efectos de la venta de ropa usada al sector de la industria nacional reveló que son aproximadamente 107 millones de dólares los que pierden los micros y pequeños productores.
"Hemos hecho (un cálculo de que) el 2006 era $us 80 millones, ahora hemos duplicado a $us 160 millones, pero también hay un dato que hay que rescatar, los mismos dirigentes (de los vendedores) de la ropa usada han manifestado que antes eran 30 mil ropavejeros, ahora indican que son 250 mil, eso es casi 400 por ciento que habría aumentado", apuntó.
El sector de la micro y pequeña empresa pidió al Gobierno prohibir la internación y venta de ropa usada en el país, dijo el representante de la Conamype el mes anterior.
Explicó que en ese propósito una comisión de este sector viene trabajando con la Agencia para el Desarrollo de las Macro regiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) y la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) para buscar los mecanismos para aplicar un control efectivo e impedir la internación y la venta de ropa a medio uso.
Víctor Ramírez explicó que un estudio sobre los efectos de la venta de ropa usada al sector de la industria nacional reveló que son aproximadamente 107 millones de dólares los que pierden los micros y pequeños productores.
lunes, 17 de marzo de 2014
El arte del poncho boliviano contado por su mejor coleccionista
Una valiosa colección de ponchos tejidos sobre todo por mujeres aymaras y quechuas de Bolivia ha sido reunida y estudiada por un investigador que ha consagrado 40 años de su vida a conocer el arte de esos textiles y su valor para los indígenas.
El profesor boliviano Oscar Barriga resumió sus investigaciones de campo en el libro de reciente publicación "El Poncho en Bolivia", fruto de una pasión de coleccionista que inició en 1966 dispuesto a salvar algo del patrimonio textil para que no sea saqueado.
Entre ese año y 2013, Barriga reunió alrededor de 250 piezas de diversas partes de su país haciendo esfuerzos con su modesto salario de maestro, aunque a fines del año pasado debido a problemas económicos las vendió al estatal Museo de Etnografía y Folklore.
En una entrevista con Efe, Barriga dijo que se trata de la más "rica colección de ponchos indígenas existentes en el país", un tesoro para estudiar el arte de los indígenas en los textiles que no solo tienen valor estético, sino que retratan una mirada del cosmos.
Con la ayuda de tejedoras y de los indígenas más viejos de las comunidades, el autor explica en su libro la riqueza cromática de los ponchos, los secretos de las técnicas si tienen una o dos caras, sus símbolos, mensajes y los usos religiosos, civiles o militares.
El poncho está generalmente formado por una sola pieza o por dos paños unidos por medio de una costura central que deja una abertura para la cabeza, y que llega hasta medio cuerpo o media pierna.
Son usados sobre todo en el área rural de Bolivia por los hombres y denotan prestigio, una situación de autoridad o revelan un nivel socioeconómico, destacó Barriga, quien antes solía usar sus ponchos para asistir a los actos especiales causando sorpresa.
"No sé si es cuestión de imaginación, pero yo realmente me siento más gente, me siento mejor con un poncho encima que con un abrigo; en serio, me siento alguien", manifestó el coleccionista.
Entre las mejores piezas que rescató en su afán está el "poncho balandrán" que contiene "figuras de aves y flores en estilo barroco criollo muy temprano", confeccionado a finales del siglo XVII.
El "balandrán" muestra un primer momento en el desarrollo del arte barroco mestizo en los textiles bolivianos, antes del visto en las célebres pinturas de los Ángeles de Calamarca, según Barriga.
También hay piezas ceremoniales como el "Poncho Obrajes" al que los indígenas atribuyen una "protección mágica" otorgada porque sus hilos cruzan a la izquierda o el "Poncho Karachaca" que no solo fue usado para vestir, sino para decorar escenarios en actos especiales.
La complejidad de la mirada cósmica y la gran habilidad de las tejedoras son evidentes en la elegante pieza "Pankhochi" que tiene 2.300 figuras, asociadas a la vida en el campo.
Una faja confeccionada a mediados del siglo pasado por una mujer para que su novio la estrene en la boda destaca porque narra la vida de una pareja desde invocaciones a deidades mitológicas, el progreso económico y social y la gratitud con dioses andinos, según Barriga.
Varias de las mejores piezas fueron confeccionadas en telares rústicos que las indígenas manejan desde tiempos ancestrales.
Una pieza sorprendente registrada por el autor y que hoy está en el museo data del siglo XVIII y es un poncho de hilo de algodón con los colores de la bandera de España, decorado con motivos florales.
No obstante, en este caso se trataría de una pieza que perteneció a un oficial español, pero pudo ser hecho en uno de los centros de producción textil conocidos como "obrajes" que usaban telares de pedal o fue importado de Francia o Inglaterra.
Al tratarse de una túnica abierta para diversos usos "no hay un país cuna del poncho", sostuvo el autor para después citar el uso en la cultura precolombina Nazca y mostrar gráficos de esas prendas en Italia, Inglaterra y Rusia a inicios de la era cristiana.
En Bolivia, según el autor, el poncho vivió "una época de oro" en el siglo XIX y a mediados del XX porque era usado en el campo y en la ciudad.
Después sobrevino una época de decadencia debido a la discriminación de los indígenas, pero hoy se vive una revalorización al ser un fuerte símbolo de identidad política.
El profesor boliviano Oscar Barriga resumió sus investigaciones de campo en el libro de reciente publicación "El Poncho en Bolivia", fruto de una pasión de coleccionista que inició en 1966 dispuesto a salvar algo del patrimonio textil para que no sea saqueado.
Entre ese año y 2013, Barriga reunió alrededor de 250 piezas de diversas partes de su país haciendo esfuerzos con su modesto salario de maestro, aunque a fines del año pasado debido a problemas económicos las vendió al estatal Museo de Etnografía y Folklore.
En una entrevista con Efe, Barriga dijo que se trata de la más "rica colección de ponchos indígenas existentes en el país", un tesoro para estudiar el arte de los indígenas en los textiles que no solo tienen valor estético, sino que retratan una mirada del cosmos.
Con la ayuda de tejedoras y de los indígenas más viejos de las comunidades, el autor explica en su libro la riqueza cromática de los ponchos, los secretos de las técnicas si tienen una o dos caras, sus símbolos, mensajes y los usos religiosos, civiles o militares.
El poncho está generalmente formado por una sola pieza o por dos paños unidos por medio de una costura central que deja una abertura para la cabeza, y que llega hasta medio cuerpo o media pierna.
Son usados sobre todo en el área rural de Bolivia por los hombres y denotan prestigio, una situación de autoridad o revelan un nivel socioeconómico, destacó Barriga, quien antes solía usar sus ponchos para asistir a los actos especiales causando sorpresa.
"No sé si es cuestión de imaginación, pero yo realmente me siento más gente, me siento mejor con un poncho encima que con un abrigo; en serio, me siento alguien", manifestó el coleccionista.
Entre las mejores piezas que rescató en su afán está el "poncho balandrán" que contiene "figuras de aves y flores en estilo barroco criollo muy temprano", confeccionado a finales del siglo XVII.
El "balandrán" muestra un primer momento en el desarrollo del arte barroco mestizo en los textiles bolivianos, antes del visto en las célebres pinturas de los Ángeles de Calamarca, según Barriga.
También hay piezas ceremoniales como el "Poncho Obrajes" al que los indígenas atribuyen una "protección mágica" otorgada porque sus hilos cruzan a la izquierda o el "Poncho Karachaca" que no solo fue usado para vestir, sino para decorar escenarios en actos especiales.
La complejidad de la mirada cósmica y la gran habilidad de las tejedoras son evidentes en la elegante pieza "Pankhochi" que tiene 2.300 figuras, asociadas a la vida en el campo.
Una faja confeccionada a mediados del siglo pasado por una mujer para que su novio la estrene en la boda destaca porque narra la vida de una pareja desde invocaciones a deidades mitológicas, el progreso económico y social y la gratitud con dioses andinos, según Barriga.
Varias de las mejores piezas fueron confeccionadas en telares rústicos que las indígenas manejan desde tiempos ancestrales.
Una pieza sorprendente registrada por el autor y que hoy está en el museo data del siglo XVIII y es un poncho de hilo de algodón con los colores de la bandera de España, decorado con motivos florales.
No obstante, en este caso se trataría de una pieza que perteneció a un oficial español, pero pudo ser hecho en uno de los centros de producción textil conocidos como "obrajes" que usaban telares de pedal o fue importado de Francia o Inglaterra.
Al tratarse de una túnica abierta para diversos usos "no hay un país cuna del poncho", sostuvo el autor para después citar el uso en la cultura precolombina Nazca y mostrar gráficos de esas prendas en Italia, Inglaterra y Rusia a inicios de la era cristiana.
En Bolivia, según el autor, el poncho vivió "una época de oro" en el siglo XIX y a mediados del XX porque era usado en el campo y en la ciudad.
Después sobrevino una época de decadencia debido a la discriminación de los indígenas, pero hoy se vive una revalorización al ser un fuerte símbolo de identidad política.
viernes, 14 de marzo de 2014
martes, 11 de marzo de 2014
Textiles Al rescate de la privacidad
La arquitectura impuso las líneas simples y los ambientes minimalistas, ahora la vida moderna obliga a una convivencia más "visible"; sin embargo, cada uno escoge llenar su espacio y proteger su intimidad. El Espino Blanco lleva 35 años trayendo diversidad de telas y creando los estilos más caprichosos.
Necesidad de llenar. La arquitecta Claudia Cabrera, asesora de El Espino Blanco, asegura que este año no existe un estilo marcado; el factor común es la búsqueda de un ambiente privado en el que resaltan las franjas y ondas grandes, los estampados exagerados y las combinaciones menos predecibles.
En cortinas está de moda el diseño simple, aunque con uso de texturas notorias y estampados grandes. "Hay que quitar lo rígido del acabado arquitectónico con detalles nuevos, poner un muro de protección en condominios y en urbanizaciones, donde predominan las áreas comunes", explicó Cabrera.
En cuanto a los tapices, ya no se usan de un solo color, "imitan la tendencia de la combinación. Las telas llegan con diseños secuenciales que lo permiten, son piezas clave para unificar la decoración ya que añaden color, diseño y textura", acota Cabrera.
La ventaja es que se guardan perfiles de cada cliente, facilitando recuperar alguna pieza o transmitirla por generaciones.
Funcionalidad. La predilección de los clientes son las persianas y rollers que son capaces de adaptarse al espacio. Por ejemplo, para las áreas sociales aquellos que filtran los rayos UV, para los ambientes de trabajo aquellas que logran privacidad total, conocidos como "black-out", entre otros.
La naturaleza presente. Una de las tendencias que "nunca pasa de moda" es la de revivir la naturaleza. El Espino Blanco ofrece persianas, cortinas y rollers de bamboo y madera, además de detalles que van desde nácar hasta imitación de materiales orgánicos. Los tonos crudos vuelven al mando para aquellos que prefieren habitaciones neutras, que permitan versatilidad. Lo fundamental es lograr un espacio confortable.
Necesidad de llenar. La arquitecta Claudia Cabrera, asesora de El Espino Blanco, asegura que este año no existe un estilo marcado; el factor común es la búsqueda de un ambiente privado en el que resaltan las franjas y ondas grandes, los estampados exagerados y las combinaciones menos predecibles.
En cortinas está de moda el diseño simple, aunque con uso de texturas notorias y estampados grandes. "Hay que quitar lo rígido del acabado arquitectónico con detalles nuevos, poner un muro de protección en condominios y en urbanizaciones, donde predominan las áreas comunes", explicó Cabrera.
En cuanto a los tapices, ya no se usan de un solo color, "imitan la tendencia de la combinación. Las telas llegan con diseños secuenciales que lo permiten, son piezas clave para unificar la decoración ya que añaden color, diseño y textura", acota Cabrera.
La ventaja es que se guardan perfiles de cada cliente, facilitando recuperar alguna pieza o transmitirla por generaciones.
Funcionalidad. La predilección de los clientes son las persianas y rollers que son capaces de adaptarse al espacio. Por ejemplo, para las áreas sociales aquellos que filtran los rayos UV, para los ambientes de trabajo aquellas que logran privacidad total, conocidos como "black-out", entre otros.
La naturaleza presente. Una de las tendencias que "nunca pasa de moda" es la de revivir la naturaleza. El Espino Blanco ofrece persianas, cortinas y rollers de bamboo y madera, además de detalles que van desde nácar hasta imitación de materiales orgánicos. Los tonos crudos vuelven al mando para aquellos que prefieren habitaciones neutras, que permitan versatilidad. Lo fundamental es lograr un espacio confortable.
sábado, 8 de marzo de 2014
Bolivia pedirá elevar aranceles hasta en 400% para ropa nueva
El Gobierno modificará las tasas arancelarias para la importación de ropa nueva y solicitará a la Organización Mundial de Comercio (OMC) subirlas hasta en 400% como una medida de protección a la industria. Una comisión gubernamental elabora un “reglamento de etiquetado”.
La información la hizo conocer ayer a La Razón el viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin, quien ratificó que sí se hará la modificación arancelaria y que el país tiene la potestad de modificar los aranceles y “también de subirlos”.
La autoridad explicó que el “reglamento de etiquetado” podría ser aprobado a través de un decreto o una ley y entrará en vigencia en un mes aproximadamente, vale decir, hasta abril.
“En el neoliberalismo teníamos un arancel plano del 10%. Todo se pagaba con ese porcentaje del 10% y prácticamente no se pagaba arancel. Ahora tenemos el 40%, pero tenemos que abrir un arancel selectivo (...). Lo que planteamos a la OMC es un arancel del 400% para algunos productos”, indicó.
Proceso. Un arancel es un impuesto que se debe pagar por concepto de importación o exportación de bienes.
El 27 de junio de 2012, el Ejecutivo promulgó el Decreto Supremo 1272 que dispone el aumento de los aranceles del 30% al 40% para las confecciones textiles con el fin de defender la industria nacional e incentivar el consumo de productos hechos en Bolivia.
El pasado sábado, La Razón informó que las importaciones debilitan la producción de textiles bolivianos, por lo que los manufactureros pidieron al Gobierno apoyar, proteger y fomentar la producción de la industria nacional.
“Las importaciones son las que invaden el mercado nacional. Las importaciones no tienen un mecanismo o una norma para que ingresen al país. En importaciones no tenemos control de calidad, no tenemos un precio país”, dijo el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez.
Baudoin explicó que actualmente la norma de etiquetado de prendas nuevas tendrá por objetivo regular la calidad de los textiles que ingresen al país. Para ello, todas las prendas de vestir deben llevar un rótulo en el que se identifique claramente los componentes que tiene el producto importado.
“Estamos elaborando la norma en conjunto con todas las instituciones para que los textiles que se importen tengan un etiquetado específico que signifique como norma de protección al consumidor en cuanto a información de qué está comprando”, manifestó.
Indicó que este tipo de medidas se deben a la “inundación” de productos que ingresan al país de manera ilegal como legal a precios muy bajos. “Hay productos que se producen a muy bajo precio y que son de mala calidad. Esos productos contienen defectos o sustancias que dañan a la salud humana”.
La medida fue solicitada por fabriles e industriales
Gabriela Imaña
El 1 de octubre de 2013, el Gobierno, los industriales y los fabriles se reunieron para trabajar en la elaboración de medidas paraarancelarias que protejan a la industria nacional del ingreso de productos extranjeros. La medida era en reciprocidad a las barreras que imponen los países vecinos a los productos de origen boliviano.
En esa oportunidad, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Mario Yaffar, dijo que en la reunión sostenida en el Viceministerio de Comercio Interno y Exportaciones se habló de las barreras paraarancelarias que aplican los gobiernos de los países vecinos cuando un producto boliviano ingresa a esos mercados.
“Cuando un producto (boliviano) quiere estar en las cadenas de supermercados en países vecinos es muy difícil. Entonces, estamos trabajando de manera conjunta en desarrollar medidas paraarancelarias que protejan la industria nacional para todos los sectores”.
Reglamentación alcanzará a vinos y fármacos
Gabriela Imaña
El viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin, informó a La Razón que el siguiente paso para proteger a la industria nacional será el de elevar los aranceles a la importación de fármacos y productos vitivinícolas.
“Vamos a avanzar por sector, pero lo más probable es que esa misma normativa la extendamos al sector farmacéutico y vitivinícola para saber mediante sus etiquetas cuál es el producto exacto del contenido de los productos”, manifestó.
Indicó que los importadores de este tipo de productos deberán cumplir con normativas que también se exigen para la comercialización de productos bolivianos en el exterior. “En el caso de productos farmacéuticos, cuando nosotros queremos exportarlos nos obligan a tener un laboratorio en su ciudad capital. Entonces, ese laboratorio tiene que pagarlo la industria para certificar que cada remedio que llegue a ese país reúne la calidad demandada”.
Baudoin dijo que con las exigencias de estos países, los medicamentos que son exportados deben subir de precio y no pueden ser comercializados a costos competitivos, dejando en desventaja a la industria farmacéutica boliviana. El viceministro explicó que en el caso de la importación de vinos también se procederá de la misma manera. “Las etiquetas de cada producto deberán especificar qué tipo de producto se está trayendo al país y que (los importadores) certifiquen que no es dañino para la salud humana”. Añadió que a los productores nacionales se les exige normas de calidad y de advertencia como los anuncios que dicen: “El alcohol es dañino para la salud”.
“Los productos importados no tienen ese tipo de información que la normativa boliviana exige y eso no es correcto”, lamentó.
Exponen textiles de mujeres indígenas bolivianas en París
La Delegación Permanente de Bolivia ante la UNESCO presenta en París una exposición de tejidos andinos, en el marco de la exposición por el Día Internacional de la Mujer organizada por la UNESCO.
Los tejidos, obra de mujeres indígenas bolivianas, compartirán sala con obras de artistas contemporáneas de las cinco regiones del planeta.
A las 13.00 horas del día de ayer, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO), en París, la Directora General de la organización, Irina Bokova, inauguró la exposición dedicada al Día Internacional de la Mujer; evento en el cual, Bolivia participa con una muestra de textiles andinos del departamento de Chuquisaca.
“Hoy es un día para reafirmar el fuerte compromiso con la igualdad de género, porque hablar de igualdad de género no es sólo hablar de derechos humanos y dignidad sino también de paz y desarrollo”, dijo Irina Bokova al abrir esta exposición internacional y continuó su discurso diciendo que “igualdad son también las oportunidades las cuales tienen que comenzar con nuestras creencias y nuestras actitudes, tienen que ser construidas en las mentes de los hombres y mujeres y es aquí donde entre el mandato de la UNESCO, donde la igualdad de género está implantada en nuestra búsqueda por la paz y el desarrollo”. La Directora General resaltó la belleza de las obras realizadas por mujeres artistas de las diferentes regiones del mundo, donde se muestran las aspiraciones y las realidades de todo el mundo, expresiones creativas que podemos compartir y que nos acercan.
Respecto a la muestra que presentó Bolivia en esta exposición internacional, la Directora General tuvo las siguientes palabras: “Señoras y señores, tenemos también el placer de acoger una exposición de arte textil de las comunidades Jalqa y Tarabuco de Bolivia, de la que estoy particularmente encariñada porque es otro ejemplo de los lazos que existen entre la mujer, la artesanía y la industria cultural. Este ejemplo confirma que las mujeres son las primeras actrices de este tipo de actividad cultural y de que cuando apoyamos este tipo de actividades culturales estamos creando empleo e ingresos para las mujeres. Se trata de otro aspecto de nuestro alegato para hacer valer y reconocer el vínculo que existe entre la cultura y el desarrollo”, afirmó Irina Bokova en el acto de inauguración.
La exposición boliviana presenta una serie de 10 tejidos de las áreas culturales de Tarabuco, Jalq’a, y Tinquipaya, del departamento de Chuquisaca, realizados por las tejedoras Seferina Canaviri y Claudina Mamani de la comunidad de Cuiza; Felicia Alata de Surichata; Benita Churqui, Martha Llampa y Leonor Mendoza de Aranjuez; Beninga Flores de Candelaria; Catalina Cayo y Juana Quispe de Pampa Lupiara; y Miguelina Llajsa de Pisili.
Esta exposición es el resultado de un trabajo de revalorización del arte textil de comunidades indígenas, que lleva adelante Culturas como parte de un programa de producción y generación de recursos complementarios para las comunidades.
Al finalizar el acto de apertura, el embajador delegado permanente de Bolivia ante la UNESCO, Sergio Cáceres García, hizo entrega a la Directora General de la UNESCO de un presente de las tejedoras andinas de Bolivia, por el Día Internacional de la Mujer.
Respecto a la muestra, el embajador Cáceres justificó la presencia de varias tejedoras bolivianas, mientras que cada país presentó una sola artista, en el carácter comunitario de esta expresión artística. “En las comunidades indígenas hay una visión, o una cosmovisión, distinta del arte. No se trata del artista que se aisla del mundo para crear de manera individual. Las tejedoras de las comunidades indígenas crean en comunidad. Se trata de un trabajo en armonía con el entorno, con la naturaleza, con la Pacha Mama”, explicó el embajador.
Luego de los discursos, la inauguración culminó con una recepción ofrecida por los países participantes. La Delegación de Bolivia aprovechó la ocasión para difundir la quinua en diferentes especialidades gastronómicas, así como el popular cocktail “yungueñito”.
La muestra boliviana compartió el espacio con obras de artistas plásticas de Azerbayán, Bangladesh, Benín, Bulgaria, Canadá, Perú y Rusia. Es la segunda vez que Bolivia participa en la exposición por el Día Internacional de la Mujer que organiza la UNESCO. La anterior fue el año pasado, cuando Bolivia representó a la región de América Latina con obras de la joven talento Rosmery Mamani y del fallecido pintor José Ostria. En esta ocasión, Bolivia comparte la representación del grupo regional con la hermana república del Perú.
Los tejidos, obra de mujeres indígenas bolivianas, compartirán sala con obras de artistas contemporáneas de las cinco regiones del planeta.
A las 13.00 horas del día de ayer, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO), en París, la Directora General de la organización, Irina Bokova, inauguró la exposición dedicada al Día Internacional de la Mujer; evento en el cual, Bolivia participa con una muestra de textiles andinos del departamento de Chuquisaca.
“Hoy es un día para reafirmar el fuerte compromiso con la igualdad de género, porque hablar de igualdad de género no es sólo hablar de derechos humanos y dignidad sino también de paz y desarrollo”, dijo Irina Bokova al abrir esta exposición internacional y continuó su discurso diciendo que “igualdad son también las oportunidades las cuales tienen que comenzar con nuestras creencias y nuestras actitudes, tienen que ser construidas en las mentes de los hombres y mujeres y es aquí donde entre el mandato de la UNESCO, donde la igualdad de género está implantada en nuestra búsqueda por la paz y el desarrollo”. La Directora General resaltó la belleza de las obras realizadas por mujeres artistas de las diferentes regiones del mundo, donde se muestran las aspiraciones y las realidades de todo el mundo, expresiones creativas que podemos compartir y que nos acercan.
Respecto a la muestra que presentó Bolivia en esta exposición internacional, la Directora General tuvo las siguientes palabras: “Señoras y señores, tenemos también el placer de acoger una exposición de arte textil de las comunidades Jalqa y Tarabuco de Bolivia, de la que estoy particularmente encariñada porque es otro ejemplo de los lazos que existen entre la mujer, la artesanía y la industria cultural. Este ejemplo confirma que las mujeres son las primeras actrices de este tipo de actividad cultural y de que cuando apoyamos este tipo de actividades culturales estamos creando empleo e ingresos para las mujeres. Se trata de otro aspecto de nuestro alegato para hacer valer y reconocer el vínculo que existe entre la cultura y el desarrollo”, afirmó Irina Bokova en el acto de inauguración.
La exposición boliviana presenta una serie de 10 tejidos de las áreas culturales de Tarabuco, Jalq’a, y Tinquipaya, del departamento de Chuquisaca, realizados por las tejedoras Seferina Canaviri y Claudina Mamani de la comunidad de Cuiza; Felicia Alata de Surichata; Benita Churqui, Martha Llampa y Leonor Mendoza de Aranjuez; Beninga Flores de Candelaria; Catalina Cayo y Juana Quispe de Pampa Lupiara; y Miguelina Llajsa de Pisili.
Esta exposición es el resultado de un trabajo de revalorización del arte textil de comunidades indígenas, que lleva adelante Culturas como parte de un programa de producción y generación de recursos complementarios para las comunidades.
Al finalizar el acto de apertura, el embajador delegado permanente de Bolivia ante la UNESCO, Sergio Cáceres García, hizo entrega a la Directora General de la UNESCO de un presente de las tejedoras andinas de Bolivia, por el Día Internacional de la Mujer.
Respecto a la muestra, el embajador Cáceres justificó la presencia de varias tejedoras bolivianas, mientras que cada país presentó una sola artista, en el carácter comunitario de esta expresión artística. “En las comunidades indígenas hay una visión, o una cosmovisión, distinta del arte. No se trata del artista que se aisla del mundo para crear de manera individual. Las tejedoras de las comunidades indígenas crean en comunidad. Se trata de un trabajo en armonía con el entorno, con la naturaleza, con la Pacha Mama”, explicó el embajador.
Luego de los discursos, la inauguración culminó con una recepción ofrecida por los países participantes. La Delegación de Bolivia aprovechó la ocasión para difundir la quinua en diferentes especialidades gastronómicas, así como el popular cocktail “yungueñito”.
La muestra boliviana compartió el espacio con obras de artistas plásticas de Azerbayán, Bangladesh, Benín, Bulgaria, Canadá, Perú y Rusia. Es la segunda vez que Bolivia participa en la exposición por el Día Internacional de la Mujer que organiza la UNESCO. La anterior fue el año pasado, cuando Bolivia representó a la región de América Latina con obras de la joven talento Rosmery Mamani y del fallecido pintor José Ostria. En esta ocasión, Bolivia comparte la representación del grupo regional con la hermana república del Perú.
sábado, 1 de marzo de 2014
La importación de ropa sube y se reducen mercados para Bolivia
Las importaciones de prendas de vestir procedentes de 115 países se incrementaron en 22,3% entre 2011 y 2013, mientras que los mercados para Bolivia hacia otros países se disminuyeron en 23% en similar periodo, de acuerdo con información del IBCE.
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con base en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), señala que el año pasado las compras externas de confecciones textiles sumaron $us 48 millones, incrementándose un 22% en términos de valor y un 14% en volumen, comparativamente a los niveles de 2011.
Durante los últimos tres años la importación de ropa confeccionada acumuló un valor de $us 136 millones por la compra de 70.000 toneladas.
“El valor de las exportaciones de confecciones textiles entre 2011 y 2013 totalizó $us 111 millones y el volumen exportado durante dicho periodo bordeó las 6.000 toneladas”, explicó el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez.
En la gestión 2013 se exportó confecciones textiles por un valor de $us 30 millones y cerca de 1.600 toneladas, significando una caída del 27% en términos de valor y del 33% en volumen, comparativamente a los niveles exportados ocurridos en 2011.
Balanza “Por tanto, el balance comercial del sector de confecciones textiles se ha tornado permanentemente negativo para Bolivia, al decrecer las exportaciones e incrementarse las importaciones, experimentándose un déficit de casi 18 millones de dólares en la gestión pasada”, manifestó.
Rodríguez explicó que los principales mercados de exportación de confecciones textiles en 2013 fueron: Venezuela, que representó el 51% del valor total exportado; seguido de Chile con el 11% y Argentina con 8%. Sostuvo que Bolivia exporta cada vez a menos países: en 2011 se vendía a 48 mercados extranjeros y el año pasado la cifra cayó a 39 países.
Venezuela es el principal mercado de los textiles bolivianos, empero en 2013 las ventas bajaron aproximadamente 50% y llegaron a $us 147 millones.
“A diferencia de lo que acontece con las exportaciones, con una declinación del número de mercados destinatarios, Bolivia se abastece de un número creciente de países: en la gestión 2011 eran 106, mientras que el pasado año se compró a un total de 115 países, entre los que destacan China, con el 39% del valor de las importaciones, seguido de Brasil con el 23% y Perú (12%)”, indicó.
Normativa en favor del productor
Aranceles
El 27 de junio, el Órgano Ejecutivo aprobó el Decreto Supremo 1272 que señala, en uno de los considerandos, que las trabajadoras de las pequeñas unidades productivas urbanas o rurales gozarán por parte del Estado de un régimen de protección especial mediante una política de intercambio comercial equitativo y precio justo para su producto. En ese marco, el 5 de julio de 2012 se aprobó el incremento de los aranceles de 30% y 40% de las confecciones textiles con el fin de defender la industria nacional e incentivar el consumo de productos hechos en el país mediante medidas arancelarias. La mayoría de los productos que se rigen a la medida son prendas de vestir
Exportación de textiles a Venezuela bajó en 50%
Las exportaciones de textiles bolivianos a Venezuela cayeron en 50%, debido a la crisis económica por la que pasa ese país desde julio de 2013 a enero de este año, informó el presidente de la Confederación de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez.
El dirigente indicó que en este periodo el valor de las ventas fue de $us 26 millones, mientras que en similar periodo en 2012 llegó a $us 56 millones, es decir que hay una reducción de más del 50%. Sostuvo que la Conamype no registró el cierre de microempresas como reacción a los temas económicos y que se espera que la situación financiera venezolana mejore, para que sigan las exportaciones a ese mercado, que es el principal en el rubro.
Conamype señala que importación los perjudica
El Gobierno analiza incorporar medidas para proteger al sector textil
Las importaciones debilitan la producción de textiles bolivianos, por lo que manufactureros piden al Gobierno apoyar, proteger y fomentar la producción de la industria nacional, explicó el presidente de la Confederación de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez.
“Las importaciones son las que invaden el mercado nacional. Las importaciones no tienen un mecanismo o una norma para que ingresen al país. En importaciones no tenemos control de calidad, no tenemos un precio país”.
Sostuvo que el incremento del arancel no tiene el funcionamiento correcto. “Aunque sumemos el 40%, el producto al ser importado se declara a menores precios, por lo que no importa si se paga el 40%, igual entra a bajos costos, montos que dejan a los productos bolivianos fuera de la competencia de la venta de ropa”.
Por su parte, el viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin, informó a La Razón que el Gobierno tomará medidas para proteger e incentivar al sector manufacturero textil de la pequeña industria, con el fin de apuntar al progreso del país.
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