Industriales textileros privados, que operan en Santa Cruz y el interior, excepto Enatex, invierten e innovan tecnología en sus complejos manufactureros para diversificar la oferta productiva desarrollada a partir de fibra de algodón y polipropileno.
Industria Textil TSM S.A., constituida en 2009 en el municipio cruceño de Cotoca por empresarios nacionales y foráneos, trabaja en un millonario y ambicioso proyecto que perfila convertirse en la alternativa para transformar industrialmente el algodón que se produce en Santa Cruz, principal productor de la ‘pelusa blanca’ del país.
Según el gerente general de la compañía, Miguel Rada, en la actualidad opera la hilandería donde se transforman 250 toneladas por mes de algodón que se cultiva en el oriente y que se importa de Paraguay y Brasil en hilo para atender la demanda de tejedurías bolivianas y de Perú y Colombia donde se destina un 50% de la producción.
Dio cuenta de que apuntando al gran complejo proyectado por Industria Textil TSM ha comenzado el proceso de instalación de la maquinaria para la integración de equipos para tejido plano.
Es decir, producir telas jeans para cubrir la demanda del sector confeccionista que importa este bien de China, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia.
Según Rada, el consumo actual de la planta equivale a 5.000 hectáreas de algodón. Detalló que una vez se amplíe y se logre la integración de la planta para procesar tela jeans -está planificado culminar este proceso en 2017- tendrá una capacidad instalada para absorber 20.000 hectáreas de algodón.
El objetivo es industrializar 6 millones de metros de tela jeans de los 18 millones que por año consume el sector de la confección en Bolivia.
Rada indicó que hasta el momento, Industria Textil TSM invirtió $us 12 millones y prevé inyectar otros $us 8 millones en los próximos dos años. En términos de valores, la industria exporta $us 2,5 millones por año.
En Telares Santa Cruz Ltda, que tiene su industria textil en el municipio norteño de Warnes, se presenta un caso suigéneris.
Según el gerente general, Marcelo Banzer, por decisión de los directivos de la empresa se alista la salida del negocio de producción de textil de algodón para dedicarse plenamente a la industria textil de plásticos.
Es decir, confección de sacos de polipropileno para atender el requerimiento de los sectores agroindustriales azucarero, arrocero, maicero, que procesa alimento balanceado y cultiva hoja de coca y papa, entre otros sectores.
Banzer señaló que actualmente procesan 220 toneladas por mes de polipropileno y que el año pasado se invirtió $us 2 millones para aumentar la capacidad de producción de la planta de 1,2 a 2,2 millones de unidades de bolsas plásticas por mes.
Atribuyó a la limitada oferta de materia prima, el contrabando de telas de china y la excesiva carga económica derivada de los decretos laborales la salida del negocio textil de algodón.
Dio cuenta de que la producción actual en la hilandería se destina para confeccionar la tela que se requiere para producir las prendas para el sector salud.
Telares Santa Cruz produce 110 millones de bolsas por año.
Destacan proyecto
Respecto a la constitución del complejo industrial en Cotoca, el presidente de la Federación de Productores de Algodón (Fedepa), Juan Campero Rojas, destacó las inversiones e indicó que este tipo de emprendimiento motiva a los productores para ampliar la superficie cultivada porque tienen mercado seguro.
Refirió que el compromiso de compra de la producción, por parte de Industria Textil TSM , alentó el crecimiento de la frontera agrícola algodonera de 1.800 (2014) a 3.000 (2015) hectáreas. “Las trabas para acceder al financiamiento cortan el entusiasmo”, puntualizó.
Industrias en el occidente
Desde Altifibers, único complejo industrial que procesa hilados de llama, oveja y alpaca en Bolivia, el gerente general Carlos Romero, indicó que como hace 25 años la compañía sigue apostando por este negocio y exportando a 14 países consumidores tops de fibra peinada e hilo a Italia, China y Corea que son los principales mercados.
El ejecutivo hizo notar que, a través de otra unidad de negocio del grupo empresarial, usan las materias primas para transformar prendas que son destinadas al mercado interno y externo.
En contrapartida, desde Hilandería de Trabajadores Bolivianos (Hiltrabol) S.A., el vicepresidente del directorio, Ramiro Suzaño, indicó que el contrabando de telas chinas y de prendería usada hizo caer la producción de hilos acrílicos que procesan para 25 confeccionistas de chompas, ropa deportiva, aguayos y otras prendas. Dijo que la demanda declinó de 80.000 a 65.000 kilos de hilos por mes.
Exportaciones
Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), hasta marzo del 2015, el sector de confecciones textiles exportó $us 5.713.193 un 30% menos que en igual periodo de 2014 en términos de valor y, en volumen, en igual trimestre, 247.016 kilogramos (16%) menos
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