lunes, 12 de junio de 2017

Pese al contrabando, la industria textil es pilar de la producción nacional

Hasta 2014 esta industria generó aproximadamente 167.500 empleos directos. Hasta finales de 2015, había 51.938 microempresas, 856 pequeñas y medianas empresas (Pymes) y 45 empresas grandes. Actualmente, el 90% de la industria textil en Bolivia se concentra en el eje central del país: 60% en La Paz, 17% en Cochabamba y el 13% en Santa Cruz.

Hasta 2015, la contribución de la industria textil boliviana al Producto Interno Bruto (PIB) era del 0,9%, equivalente a 451 millones de dólares, es decir que su contribución no llegaba ni al 1%, considerando que el PIB nacional hasta 2016, era de aproximadamente 33 mil millones de dólares. Este rubro está severamente afectado por el ingreso de mercadería ilegal al país, en especial ropa usada y prendas chinas; aun así, el Viceministerio de la Micro y Pequeña Empresa del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, sostiene que esta industria es uno de los pilares en cuanto a producción en Bolivia. Se espera que hasta fin de año empiece a operar la estatal Empresa de Transformación de Fibra de Camélidos Yacana, con materia prima transformada en el país.

Según Saturnín Ramos, viceministro de la Micro y Pequeña Empresa del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, que días atrás estuvo presente en la Expo CapitaL, la industria textil es uno de los “fuertes” de la industria nacional, porque abarca el 22% del 32% de la productividad a nivel nacional, complementado con las otras áreas de transformación como la madera, metalmecánica y alimentos.

“Los textiles son el área fuerte en cuanto a producción en Bolivia, pero se hace con materia prima importada, ese es el problema. El Estado no ha podido consolidar la transformación de materia prima en el área textil hasta ahora; estimamos que hasta fin de año la empresa estatal Yacana ya estará produciendo fibra natural y el complemento, es decir, la parte sintética, que se logrará con la separación de derivados del petróleo, para generar plástico o polietileno y así conseguir la certificación de origen en el país, se tendrá que esperar un poco más”, manifestó la autoridad.

Según Ramos, hasta 2015 la contribución de la industria textil boliviana al PIB era del 0,9%, equivalente a 451 millones de dólares. Asimismo, informó que la industria textil en Bolivia contribuyó a la industria nacional con un 10,9%, en 1999; con un 9,5%, en 2006 y con un 5,5%, en 2015.

Entre otros datos económicos, señaló que hasta 2014 esta industria generó aproximadamente 167.500 empleos directos. Por otra parte, aseguró que hasta finales de 2015 había 51.938 microempresas, 856 pequeñas y medianas empresas (Pymes) y 45 empresas grandes.

Actualmente, el 90% de la industria textil en Bolivia se concentra en el eje central del país: 60% en La Paz, 17% en Cochabamba y el 13% en Santa Cruz.

Promover la productividad nacional

La principal preocupación de esa cartera del Estado es generar en la población boliviana una conciencia de consumir “lo nuestro”, o sea, productos nacionales. Ramos dijo que los medios de comunicación audiovisual motivaron a la juventud a consumir marcas internacionales, yendo en contraposición de lo que trata de hacer el Viceministerio. “Los medios de comunicación, con todo respeto, se van más al interés de la parte comercial y económica y no a la conciencia del consumo de productos nacionales”, criticó.

Ramos sostuvo que en las calles de las ciudades bolivianas prima la venta de productos de contrabando, en especial de ropa usada y productos chinos, y lamentó que el control de esa actividad con la intervención municipal y departamental aún no se haya consolidado.

“Desde hace años Chile empezó a trabajar en una guerra, no de armas, sino una guerra económica; es el único país que maneja y administra ropa usada en frontera, es difícil determinar los porcentajes que manejan, pues como todos saben, altas autoridades del Estado chileno están metidas en el tema de contrabando”, señaló.

El Estado boliviano es una instancia de decisión a la que le falta complementar sus brazos operativos, que en este caso son los municipios. “Hay una normativa que está en el Legislativo, que lastimosamente está postergada en su promulgación por (presión) del sector de ropa usada”, manifestó.

El Viceministro añadió que otro factor negativo es que en este momento no se tiene una industria textil consolidada, producto de la enajenación y la capitalización de empresas que en su momento generaron una deserción en el tema laboral.

Hay gente retirada de esas empresas que hoy en día forma parte del grueso que genera su propio auto empleo. “La idiosincrasia y la forma de ser del boliviano es que siempre ha sido trabajador, nunca ha sido flojo y siempre busca el mecanismo para sostener a su familia”, finalizó.

22.000 empresas textiles cerraron en el país

Según datos proporcionados por la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) en pasados días, el contrabando, la legislación nacional y la falta de mercados están asfixiando a la industria textil boliviana, pues durante el último año, alrededor de 22 mil empresas textiles, entre micro y pequeñas, cerraron en el país.

El presidente de la Conamype, Humberto Valdivieso, precisó que el ente que dirige cuenta con 650.000 afiliados a nivel nacional, de los cuales en la actualidad 162.500 se dedican a los textiles y 195.000 que fabrican alimentos.

El dirigente detalló que el último año cerraron al menos 55 mil micro y pequeñas empresas de los diferentes rubros en todo el país, de las cuales casi el 40 por ciento corresponden al sector textil.

Destacó que hasta hace un par de años, los textiles superaban en número al resto de los rubros, aunque pese a la caída que registran siguen siendo pilar de la economía boliviana.

“El rubro de alimentos es el único que tiende a crecer, aunque levemente, en 2 o 3 por ciento cada año. Tampoco es fuerte, pero es el único rubro que se encuentra en condiciones, porque todos los (otros) rubros de Bolivia están en una sobrevivencia, por falta de protección”, enfatizó Valdivieso.

¿Qué piensa la Cadex sobre la industria textil en Chuquisaca?

De acuerdo con la información proporcionada por la gerente general de la Cámara Departamental de Exportadores (CADEX), Gisela Morales, el sector textil en Sucre y Chuquisaca tuvo algunos casos de éxito en los últimos años en el área de textiles, empresas como Awaj Warmi y otras locales que ofertan productos a la demanda de colegios e instituciones persisten en el mercado, sin embargo, habían otras empresas que exportaban tejidos en algodón que tristemente dejaron de producir, debido a los pocos mercados y la demanda temporal, sobre todo en Europa.

“Debemos reconocer también que cuando hablamos del sector textil debemos mencionar al principal producto que se exporta que es el de fustes o campanas para sombrero terminado”, manifestó.

Los datos de exportación reflejan que si bien se exporta fustes o campanas para sombrero terminado y prendas de tejido de alpaca no se ha diversificado la producción, debido a la difícil situación que un empresario privado debe sobrellevar con los incrementos en los salarios establecidos por el Gobierno, la baja en la productividad del personal, falta de incentivos para diversificación de producción y programas públicos que impulsen a ese sector.

Morales dijo que los mercados están abiertos no solo para la exportación, hay que comprender que la exportación es una opción a la cual se recurre cuando el mercado local y nacional no es grande. Si bien los mercados existen se debe considerar que el ingreso de productos del sector textil tiene que asumir retos de calidad, innovación e introducir diseños en las prendas de vestir.

Centros de Innovación Productiva

Pro Bolivia es una entidad pública desconcentrada dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, destinada a impulsar el incremento de la productividad y la diversificación de la matriz productiva, mediante la investigación e innovación tecnológica, asistencia técnica, capacitación y el acceso a la información, generando servicios, bienes, programas, proyectos y normas técnicas en beneficio de las unidades productivas manufactureras del país, orientada bajo los principios de complementariedad, eficiencia, transparencia, responsabilidad y compromiso.

De acuerdo con la información proporcionada por Marina Nina, consultora en Comunicación de Pro Bolivia, los Centros de Innovación Productiva (CIP), son centros especializados que promueven la dinamización y articulación de actores de los complejos productivos a través de sus servicios: investigación, innovación, transferencia tecnológica especializada y prestación de servicios técnicos, en el marco de las políticas de desarrollo productivo, facilitando la democratización y acceso a la tecnología priorizando micro y pequeña empresa, contribuyendo a mejorar la productividad y la diversificación productiva, con un enfoque de equidad de género, interculturalidad y producción más limpia.

Pro Bolivia cuenta con cinco Centros de Innovación Productiva (CIPs), que en general desarrollan programas y proyectos de innovación productiva especializada, ejecuta labores de asesoramiento técnico y tecnológico y acompañamiento especializado.

CIP Textil Camélidos El Alto

Laboratorio para análisis de productos de fibra textil.

Servicios en análisis y certificación de fibra camélida y teñido de hilo.

Apoyo en los procesos textiles desde el hilado al terminado de prendas.

CIP Cuero Cochabamba

Sala de máquinas (armado de puntas y talones de calzados)

Diseño y mordería (CAD/CAM) de seriado y escalado computarizado y servicio de corte

Laboratorio especializado en ensayos físicos del cuero y otros

CIP Madera El Alto

Tratamiento (secado) de materia prima.

Soporte tecnológico y productivo para carpintería y mobiliario.

CIP Textil

Camélidos Potosí

Procesos textiles desde el hilado, hasta el terminado de prendas.

Servicios en análisis de fibra camélida y teñido de hilo.

Investigación tecnológica del sector textil, fibra camélida.

CIP Madera San Buena Ventura

Dotación de una máquina de afilado y estelitado de sierras de aserradero.

Capacitación y Asistencia técnica en aserrío y mantenimiento de maquinaria (sierras).

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