lunes, 5 de junio de 2017

Camélidos: el salvavidas textil de Bolivia

La vicuña es uno de los más grandes tesoros del país. Es el más pequeño integrante de los camélidos suramericanos, su lana es similar a la de la alpaca y su comercialización bastante más económica, lo que ha impulsado fama y su demanda.

La alpaca y las fibras provenientes de los camélidos atraviesan un excelente momento en el extranjero. La prohibición de las fibras como la angora y la dificultad por costo y consecución de la cachemira, sumados a las bondades de la alpaca, han convertido a la fibra latina en un “must” internacional.

Tradicionalmente, Perú y Bolivia son los más grandes productores de estas fibras en el mundo, siendo Perú el líder del mercado de la alpaca, con cerca de un 80% del total mundial, mientras Bolivia se corona en las otras fibras camelias.

Si bien la economía textil de Bolivia se encuentra golpeada y fragmentada luego del cierre de Enatex, el alza en el contrabando y la competencia desleal por cuenta del mercado ‘negro’ de las prendas de segunda mano, el rubro textil lanífero ve un alza de más del 35% en sus ventas.

El costo medio de una tonelada de lana virgen de vicuña sin proceso ronda los $500 dólares, es de origen 100% boliviano y se exporta ya a más de 10 países en el mundo entre ellos Italia, Francia y Reino Unido, donde sean empleados en el mercado del lujo.

La vicuña es uno de los más grandes tesoros del país. Es el más pequeño integrante de los camélidos suramericanos, su lana es similar a la de la alpaca y su comercialización bastante más económica, lo que ha impulsado fama y su demanda.

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