domingo, 22 de febrero de 2015

Reciclaje y tejidos en moda occidental

Ingresar al mercado de ropa y accesorios para dama en Bolivia, sobre todo en La Paz, de lejos, es un desafío grande; son pocos los interesados, informados y aficionados a la última moda y los espacios para vender este tipo de productos son de difícil acceso o muy costosos.
Sin embargo, hace ocho meses, los diseños de Victoria Pedraza tienen un espacio en una tienda de la calle Linares, en el centro de la ciudad de La Paz, y pasaron de ser un gusto que se podían dar pocos a la oferta exclusiva tan buscada

Del diseño al reciclaje

Victoria estudió administración de empresas; sin embargo, su gusto por la moda la impulsó a estudiar -de forma paralela- corte y confección y otras especializaciones relacionadas con el diseño de ropa. Siempre le gustó seguir lo último en tendencias, pero no siempre encontraba telas ideales para las creaciones que ella deseaba.
Así, esta emprendedora descubrió el mundo del outlet. La ropa de outlet es aquella que corresponde a una temporada anterior o con taras o defectos que no pasaron las exigentes pruebas de calidad de las marcas reconocidas, por ello son ofertadas a un precio inferior al habitual. La feria de todos los jueves y domingos en la zona 16 de Julio de El Alto es el mercado por excelencia de prendas de marcas reconocidas a nivel mundial, con defectos innotables, pero nuevas.
"Reconozco la ropa nueva porque viene con la etiqueta de outlet, sé dónde conseguirla, aunque no es nada fácil encontrarla; es más fácil equiparse con saldos de telas”, explica la empresaria que incursionó en el negocio del diseño y venta de ropa hace tres años, con creaciones netamente hechas con material reciclado: productos de outlet y saldos de telas que compraba en puestos del rubro.
¿Cómo se animó a vender sus creaciones? "Yo pasaba clases de tango y siempre costuraba mi propia ropa, hasta que una vez una amiga me dijo qué le gustaba. Le conté que yo había hecho mi vestido y ella me pidió que haga uno para ella, ése fue el primer vestido que vendí”, recuerda Victoria.
El acceso a los productos de esta diseñadora era un gusto que sólo se podían dar sus amigas y conocidos. Y, al ver su éxito, decidió promocionar sus artículos en la web, sobre todo en las redes sociales.
Aprovechar las telas de saldo y recicladas le da un plus a sus productos. Adquiere telas finas en poca cantidad; por tanto, fabrica ejemplares únicos, así sus creaciones son exclusivas y, lo mejor, la gente puede acceder a la última moda a precios adecuados.
De la moda a los tejidos
Si bien hoy sus diseños van en la línea de la última tendencia en Europa y Estados Unidos, Victoria se enamoró de la iconografía andina luego de pasar unos cursos.
Asimismo, tuvo la oportunidad de capacitarse a través de Emprendeideas de Soboce, cuyo concurso ganó en 2013. Gracias a ello aprendió mucho más acerca del manejo de una empresa, pero además generó contacto con otra empresaria con quien se asoció para compartir la tienda donde ahora ofrece sus productos a todo público.

El nombre que le puso a su marca es Pagana y entre sus productos lo más requerido son las billeteras, las carteras y la bisutería étnica; aunque las clientes -sobre todo extranjeras- también gustan de los vestidos y otras prendas. Los precios van de los 100 bolivianos en adelante. Sólo en esa tienda Victoria tiene utilidades mensuales que superan los 5.000 bolivianos; un éxito que jamás esperó. Los contactos se pueden hacer también llamando al 75835893 o facebook.com/indumentaria.pagana.

¿Pret-a-porter o diseños exclusivos?
La diseñadora Victoria Pedraza explica que en el negocio de la confección y venta de ropa se tiene la opción de ofrecer prendas pret-a-porter o de hacer diseños únicos que vayan de acuerdo con la tendencia internacional.
Las ropas pret a porter son las prendas de moda producidas en serie, con patrones que se repiten en función de la demanda; es decir, la moda que se ve en la calle a diario.
Pedraza diseña ropa para mujeres de entre 18 y 35 años, pero, si bien Pedraza comenzó haciendo ropas que llegaban a estar de moda a nivel local, el mercado le mostró luego que debía apostar por prendas acordes con lo último en Europa y Estados Unidos.
Esto porque vio que muchas de sus clientes eran visitantes extranjeras que querían llevarse ropa que también pudiesen usar en sus países de origen y que, además, rescaten la estética étnica procedente de las culturas andino-amazónicas.


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