martes, 25 de febrero de 2014

Confección, exportadores sobreviven en mercados de frontera

El 15 de diciembre de 2008, Marcos Nakada, propietario de Mitsuba, recibió una noticia que lo llevó a replantear el mercado y el propósito de su compañía: EEUU suspendía el beneficio arancelario (Atpdea) para Bolivia por ‘la falta de cooperación de este país andino con Norteamérica en la lucha antidrogas’.

Mientras decenas de microempresas se hundían por las secuelas de esa decisión comercial que redujo en más de $us 7 millones las exportaciones, Mitsuba, que destinaba un 70% de su producción mensual (unas 15.000 prendas) a Florida y Puerto Rico, enfocó sus ventas en el mercado local y logró establecer siete tiendas propias, cuatro franquicias en Cochabamba y Santa Cruz y una red de más de 700 promotoras en todo el país.

Al igual que Mitsuba, empresas como Brantex, Bentex, Patra, entre otras, volcaron sus ventas a mercados fronterizos como Chile, Argentina, Paraguay, Perú y, por acuerdos del Gobierno, a Venezuela y Brasil.

Según el IBCE, en 2013, Bolivia exportó textiles por un valor de $us 30,1 millones. Los mercados mencionados significan más del 70% de estas ventas externas y La Paz se constituye en el principal departamento exportador con un 69%.

Sin embargo, Edgar Laura, presidente de la Asociación de Textileros de Santa Cruz, aseveró que más del 50% de los volúmenes de exportación se hacen por la vía informal, pero no ilegal. Laura dijo que para recibir ingresos de la exportación formal deben esperar entre 30 y 90 días, mientras que con la venta en ciudades fronterizas, reciben el dinero en el mismo día.

Borquez, por ejemplo, una empresa especializada en uniformes para personal de salud de hoteles y restaurantes, tramitó durante ocho meses la exportación de su línea clásica a Argentina y por las demoras aduaneras tuvo que cancelarlas. Actualmente, producen entre 3.000 y 4.000 prendas al mes que en más de un 50% se destina a las provincias y, hasta fin de año, planifican ingresar a Chile con su línea moderna y clásica. Así lo confirmó Francisco Bórquez, gerente propietario de esta empresa cruceña, que genera más de 40 empleos, directos e indirectos.

El empresario cuestionó la tardanza de pago del mercado venezolano que, si bien demanda prendas, las empresas textileras de Bolivia deben esperar entre tres y cuatro meses para recibir un pago de un envío pasado.

Miguel Adán, gerente general de Bentex, una empresa textil ubicada en El Alto y que exportó volúmenes importantes a EEUU, indicó que el ingreso a nuevos mercados se ve afectado por el alto costo que deben pagar para importar la materia prima que, en muchos casos, alcanza un 15% del valor de compra.

Sonia Soto, gerente de la Cámara de Industria y Comercio de El Alto, coincidió con Adán y añadió que, a raíz de esto, muchos empresarios deciden volverse informales utilizando etiquetas de marcas reconocidas.

En Brantex, una empresa que confecciona uniformes corporativos y de colegios, reinventaron sus mercados tras el cierre del Atpdea. Según Pastor Paz, gerente general de la firma, cada dos meses enviaban hasta 30.000 prendas a Puerto Rico y ocasionalmente a Paraguay y, tras el cierre, cambiaron su línea de textiles y miraron el eje troncal y las ciudades fronterizas. “La ropa china nos ha quitado más de un 80% de nuestro mercado”, recalcó.
Amelia Solorzano, gerente de Patra, indicó que para este año presentarán su línea premium para personas de mayor poder adquisitivo con las cual buscarán ingresar a mercados de frontera.

Maclovio Choque, presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa de Santa Cruz, precisó que tras el cierre del Atpdea tuvieron la oportunidad de exportar textiles a Brasil por $us 21,5 millones, pero solamente alcanzaron al 10% de la cifra debido a los trámites administrativos que debían realizar los importadores brasileños. Explicó que durante los siete años del Atpdea tenían un promedio de 3.000 confeccionistas en Santa Cruz y desde 2008 se incrementó a 6.000.

“No exportamos de manera directa, sino a pedido, principalmente a residentes bolivianos en España y EEUU”, expresó el gerente general de GAV Sport, Jaime Díaz, que añadió que el envío de prendas al exterior se dificulta debido a razones jurídicas, políticas y sociales. Desde las federaciones de textiles pidieron que la Empresa Nacional de Textiles (Enatex) se convierta en una punta de lanza para la apertura de mercados y que no compita en el mercado local

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