lunes, 9 de junio de 2014

Venta de ropa usada se mantiene sin control

¡Aproveche el remate a dos bolivianos de las poleras! ¡Camisas dos en cinco! ¡Remate de ropa mixta en dos bolivianos!. Estas son algunas de las ofertas de ropa usada que se comercializa en la Feria 16 de julio de la ciudad de El Alto los días jueves y domingo. La actividad comercial inicia a las 07.00 horas en medio del frío que sopla en las alturas. Los “ropavejeros” instalan sus puestos improvisados que ahora ocupan dos cuadras en el sector de “la riel”, a pocos metros de la autopista La Paz-El Alto.

A este lugar asisten personas de clase baja, media y alta, no hay distinción. Algunos buscan una prenda de vestir, otros buscan ropa de marca que puedan lucir. Uno puede llegar a la feria en micro, minibús y desde el 30 de mayo en la línea Roja del Teleférico, que instaló una de sus estaciones en la exterminal de trenes y también en la zona Entre Ríos, (detrás del cementerio general), ambos lugares son repletos de personas que después de hacer una larga fila adquieren un boleto que le permita trasladarse hasta la feria.

Según comentan a la ANF los comerciantes de ropa usada que venden en esta feria, hay compradores de grandes boutiques de la calle 21 de Calacoto que tienen convenio con los grandes importadores, para que sean ellos los primeros en revisar la ropa que es descargada en grandes fardos. El objetivo es encontrar prendería de buena marca, que esté en buenas condiciones y que sea barata, para que ellos lo puedan revender a costos elevados. “Este es el negocio redondo”, dice Juan, vendedor desde hace tres años.

En este “negocio”, también se benefician los vendedores de la calle Figueroa de La Paz, entre otros comerciantes de diferentes zonas, que incluso tienen autorización de la Alcaldía de La Paz para vender ropa usada, pese a que hay una prohibición a través del Decreto Supremo 28761 del 21 de junio de 2006, el cual no se cumple. Estos vendedores son el segundo grupo de personas que revisa la ropa recién internada en grandes fardos al país a través del contrabando, ellos no quieren ropa de marca, sólo que esté en buen estado y que el importador se las dé a un bajo costo.

Finalmente, está el grupo de los vendedores ambulantes que comercializan la ropa en las ciudades de La Paz y El Alto, ellos deben conformarse con “las sobras” que dejaron sus antecesores, si tienen suerte encontrarán entre los grandes mares de ropa, alguna que tenga una marca importante o que aún esté en buen estado. Su adquisición es al raleo, generalmente el importador lo vende por kilo. Se mantiene en secreto de cuál es el costo de la adquisición.

CONCEJAL

Esta información es corroborada por el concejal del municipio de La Paz, Jorge Silva (MAS), anteriormente representante de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa de Bolivia (Conamype), que cuenta cómo es el comercio de la ropa usada de parte de los grandes importadores.

“No es un mercado solamente para los pobres o los que no tienen dignidad o no tienen soberanía, hay gente de la clase alta que conoce de las marcas de la ropa, ‘Benetton’ y otro tipo de marcas que existen, ‘Polo’ por ejemplo, que acude a la Feria 16 de julio, tiene sus propios contactos con gente que trae esa línea y esta gente tiene acceso a esas prendas de primera calidad y tiene las boutiques en la zona Sur, no todas por supuesto, que comercializan esta ropa”, revela Silva.

ANALISTA ECONÓMICO

Para el analista económico Armando Méndez la venta de ropa usada es “algo favorable para el país”, pues considera que si no habría este tipo de prendería y los bolivianos sólo adquirieran textiles confeccionados en el país, gran parte andaría en “andrajos, con ropa vieja”.

“En Bolivia está comprobado que la ropa usada no sólo compran los pobres, sino la clase media. Yo creo que los tres estatus se benefician, porque indudablemente alguien de estrato alto se compra un Armani y marcas que uno no sabe que son de segunda mano. Hay gente de clase alta que está comprando a precio bajo, parecería pues que está gastando un montón de dinero en su ropa y no es así, sino que están adquiriendo ropa usada”, señaló.

El Decreto 28761 establece que se prohíbe la importación al territorio nacional de mercancía clasificada como prendería usada indefectiblemente desde el 21 de abril de 2007. Asimismo, prohíbe la comercialización de la ropa usada inicialmente desde el 1 de marzo de 2008, luego el plazo fue ampliado mediante Decreto Supremo 29521, hasta el 1 de abril de 2009.

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