jueves, 13 de junio de 2013

Artista emplea técnica ancestral para textiles contemporáneos

Mónica Dávalos golpea y aplasta una pepa de palta, la remoja en agua fría durante dos semanas. Saca la semilla, la hace hervir durante una hora junto a una lana húmeda y, mientras se va formando una especie de tinte anaranjado, le agrega sal gruesa y una pizca de vinagre.

Éste es uno de los procesos mediante los que la artista plástica da color a la lana que emplea en sus textiles, piezas de arte que si bien mantienen técnicas, disciplinas y materiales utilizados por pueblos indígenas desde el periodo prehispánico, se distinguen por la temática moderna.

“El ámbito de aplicación del textil contemporáneo es muy amplio, desde la elaboración de la fibra, pasando por el color con pigmentos naturales hasta el montaje final de la obra”, comenta la artista que prepara sus creaciones para una exposición colectiva que, en el marco del circuito de la quinua, se efectuará entre julio y agosto.

“Me gustan los tonos naturales. En este caso, para que armonice el textil con la cerámica, he utilizado una gama color tierra”, cuenta, mientras muestra su pieza Guardianes de tumba, un tramado tejido -teñido de naranja a partir de la preparación con palta- que se intercala con 30 guerreros de cerámica.

Dávalos utiliza distintos tipos de fibras vegetales, como árboles o raíces, los que se hierven para conseguir el pigmento deseado. “La raíz de pino la uso para obtener amarillo, la de eucalipto para verde claro”.

Una de las piezas por las que más satisfecha está es Piel de pobre, que representa a toda la clase marginada, y fue realizada sobre un tejido tradicional de tonos ocres que se utilizaba para cargar papas, y que era conocido como gangocho.

A esta pieza Dávalos le entrelazó una soga delgada de fibra vegetal, lo que le da un aspecto de viejo. Con ella obtuvo el premio Pedro Domingo Murillo 2009.

La artista también trabajó con esponjas vegetales, conocidas como frutos de luffa, en su obra llamada Identidad, “y ahí pude lograr la transparencia entre una fibra y otra”, indica.

En cuanto a sus intereses, afirma que maneja un perfil abstracto, se interesa por la investigación y da prioridad a las fibras vegetales con el fin de obtener una esencia textil original.

Uno de sus materiales más recurrentes es la lana de oveja, que la adquiere en una feria de El Alto. Si son textiles pequeños realiza un hilado delgado; en cambio, si el textil es tosco compra una lana de hilado grueso, “en busca de lo imperfecto”.

Según Dávalos, el textil en varios países de Latinoamérica está mucho más avanzado que en Bolivia, donde falta gente que se dedique a este arte.

Pero además de los textiles se especializa en cerámica, técnica en la que para plasmar temáticas cotidianas maneja “el espacio, la forma y el movimiento de los aspectos psicológicos de los seres humanos”.

Más detalles
Formación Estudió artes en la UMSA, se especializó en escultura en cerámica y posteriormente se inclinó por el arte textil. Obtuvo tres premios en el Salón Pedro Domingo Murillo.


Técnica Utiliza materiales y pigmentos naturales . La retama da verde claro; la chilca, verde oscuro; el orín de vaca, amarillo; el diente de león, magenta, y con la pepa de palta se obtiene el anaranjado.



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