lunes, 24 de abril de 2017

Ropavejeros: Hay más control y subió el costo de los fardos



Vendedores de ropa usada aseguran que los controles en la frontera con Chile aumentaron y que el precio de los fardos subió entre Bs 70 y Bs 100, luego de que el Ejecutivo remitiera al Legislativo un proyecto de ley para que las alcaldías restrinjan la oferta de esas prendas.

Este medio consultó ayer a una veintena de comerciantes intermediarios y al detalle de la feria 16 de Julio de El Alto, quienes expresaron su preocupación porque su fuente de ingresos está en riesgo. Están a la espera de la reunión que sostendrán sus dirigentes con el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Eugenio Rojas, hoy a las 10.00.

De no haber una respuesta favorable para que se paralice el tratamiento de ese proyecto de ley marcharán el miércoles. Según los dirigentes de ese sector, la anunciada medida puede afectar a más de 250.000 vendedores en todo el país.

Elizabeth es una de esas comerciantes. Se dedica a este negocio, que le permite sostener a su familia de cuatro miembros, hace ocho años.

La medida anunciada por el Gobierno ya trajo consecuencias para su economía, pues los farderos (importadores de artículos a medio uso) hicieron subir el precio de cada envoltorio en Bs 100. Ella compra un paquete de primera (ropa de marca) aproximadamente a $us 500.

Y le preocupa ese aumento porque puede acrecentarse en las próximas compras que haga. “Los farderos dicen que pese a que hay más controles van a hacer pasar, pero no sabemos cuánto más irá a aumentar el precio”, manifestó.

Martina Miranda, quien vende en ese mercado hace 10 años, también informó que los proveedores aumentaron el costo de cada envoltorio en $us 10 (unos Bs 70). Ayer tuvo que comprar con $us 120 un embalaje de chompas, cuando el precio habitual era de $us 110. Y se pregunta qué irá a ser de ella y su familia si se prohíbe la comercialización.

Víctor compra dos fardos por semana y provee de la mercadería a los comerciantes al detalle. Él explicó que el precio de los embalajes está entre $us 180 y $us 340. “Los farderos esta mañana (ayer) nos comentaron que para las próximas entregas puede haber más incremento porque ya no están dejando pasar en la frontera, hay mucho control”, comentó y también expresó su desasosiego por el futuro de su familia porque “es difícil encontrar trabajo”.

La importación de ropa usada está prohibida desde el 1 de abril de 2008, según el Decreto Supremo 28761, pero la mercancía sigue entrando de contrabando. En tanto que la venta fue impedida desde el 1 de abril de 2009, según el Decreto 29521, pero esa disposición tampoco se cumple. Entonces se dispuso que se lleve adelante un programa de reconversión, es decir, que cambien de actividad, pero ello no prosperó.

Yola Condori, comerciante de pantalones hace nueve años, indicó que la reconversión solo benefició a las personas que ya tenían empresas de confección de prendas, pero no a ellos, que son detallistas. Ella compra fardos con ropa europea a $us 260, un precio que todavía no aumentó.

Sofía también opinó que el cambio de actividad no fue posible por falta de inversión. “Vamos a seguir con esta actividad porque hemos creado nuestras fuentes de trabajo, nadie nos ha regalado”, declaró.

Entretanto, Elsa, que se dedica a esta actividad 20 años, expresó que no solo ella puede verse afectada, sino también unos cinco jóvenes a los que ella da empleo cada semana.

Y explicó que los importadores les dijeron ayer “que va a ser más complicado traer mercadería, pero veremos qué pasa”. Ella adquiere los paquetes a $us 200, la ropa de primera y $us 100 a $us 120, la de segunda.

Ema también exteriorizó su intranquilidad no solo por la prohibición de venta, sino porque los que internan la mercancía le comentaron que el precio subirá. “Están diciendo que ya no llegará, pero nosotros vivimos de esto y ahora qué es lo que haremos, estamos preocupados”, reclamó.

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